El torneo Apertura. El duelo: con fe, Racing se pone a punto
Enfrentar el desafío de dejar atrás el examen supremo. Ahuyentar la tentación de descansar en la ventaja que daría un empate. Elegir el planteo correcto ante el rival más encumbrado. Sacar, definitivamente, chapa de campeón... Racing, y en particular su técnico, Reinaldo Merlo, viven las horas tensas, pero dulces de quien prepara todo para el momento crucial.
Se nota en las voces de los jugadores y del DT. Se observa en el celo especial puesto en los ensayos. Se respira en el aire ansioso, pero confiado que envuelve al plantel.
Ayer, Mostaza volvió a barajar su conocido menú de frases previas a cada partido. Básicamente, los conceptos de siempre, con las variaciones del caso según el rival: “River es un gran equipo y tiene grandes individualidades. ¿Si me preocupa D’Alessandro? No juega él solo. Los once jugadores de River son importantes. Tuvieron una racha negativa, pero los que saben no se olvidan de jugar. Y Racing es un conjunto generoso, que deja el alma en cada pelota, pero que también demostró que sabe jugar bien al fútbol. Racing tiene que pensar en Racing”.
–¿Si ganan salen campeones?
–No... Esa es una palabra que no nombro. Esta será otra final más de las diecinueve que dije que íbamos a tener.
Es decir, todo igual. En el orden del día figuraba como principal ítem develar las incógnitas respecto de la formación para el clásico, pero los movimientos ordenados por el técnico en la práctica de la mañana en el Ceamse no ayudaron en esa tarea. Sin embargo, hay indicios.
“Ojalá que Merlo sueñe conmigo, y que en ese sueño yo juegue bien, así me pone como titular”, dijo Alexander Viveros. Todo indica que es más que probable que su deseo quede satisfecho y aparezca el domingo en el lugar que dejará libre José Chatruc. A Merlo, que pese a que mantendrá el hermetismo hasta pasado mañana, asegura tener todo resuelto (“En mi cabeza ya está el equipo”, dijo también ayer), su rendimiento lo convence cada vez más. Quedarán otras incógnitas: si Milito volverá a ser titular o a quién elegirá el entrenador entre Arano y Bedoya.
Todos descartan dos cosas: que entre en juego el peso de la historia adversa ante River y que aparezca algún tipo de relax por los beneficios del empate. Reconocen que el punto los pondrá a un paso de la consagración, pero aseguran que no saldrán a la cancha a buscarlo. “Especular ante un equipo como River sería suicidarse”, consideró Francisco Maciel. El tiempo de las palabras se agotará en cuatro días.
River, manso y tranquilo
La primera práctica de River para el partido con Racing del domingo próximo estaba prevista para las 9.30. Sin embargo, el entrenamiento sólo empezó cuando finalizó el choque de Boca con Bayern Munich, cuyo desenlace vivió el plantel millonario a través de la TV en el Hindú Club de Don Torcuato. No hubo grandes expresiones –públicas ni internas– por la derrota de su clásico rival; la sensación del grupo fue de tranquilidad, porque sabía que la presión de sus hinchas hubiese sido enorme si Boca ganaba otra vez la Copa en Tokio.
“Sólo estamos pendientes del partido con Racing; estamos tranquilos y entonados. El hincha vive esta historia de una manera muy diferente a nosotros”, dijo Celso Ayala, el único que habló. Hoy, el plantel se entrenará por la mañana en el Hindú, y pasado mañana practicará fútbol en el predio de Ezeiza, pues el Monumental ya estará listo para el partido de rugby entre los Pumas y Nueva Zelanda.
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