El nivel del capitán, los refuerzos y la eficacia en el Cilindro, las claves de Racing

El Cilindro de Avellaneda todavía transpira de los nervios. No es para menos: en la noche del miércoles, al eliminar a Corinthians y lograr la clasificación a los cuartos de final de la Sudamericana, Racing consiguió algo que hace 500 días le era esquivo: empató 0 a 0. No ocurría desde mayo de 2016, ante Estudiantes. Por eso se festejó como un triunfo, aunque se sufrió hasta el final. La llave ante el equipo paulista –líder por 10 puntos en el Brasileirao, llegó a hilvanar 30 partidos invicto– para Diego Cocca iba a ser un termómetro que le demostrara la temperatura de su equipo. La prueba fue positiva, sobre todo, a partir de tres lecturas.

“Tenemos muchas cosas por mejorar, pero este es el camino. Nos va a servir para seguir creciendo. Tuvimos disciplina táctica, convencimiento y responsabilidad. Sabíamos que si cometíamos un error, terminábamos adentro del arco porque ellos son muy efectivos. Demostramos que somos un equipo duro, difícil, que se hace fuerte de local y que de visitante no se achica”, definió Cocca a Racing, que tres semanas atrás había recibido un golpazo en la Copa Argentina –tras ir ganando 2 a 0, perdió 4 a 2 ante Olimpo– y que tiene un andar irregular en la Superliga: un triunfo, un empate, una derrota. Por eso para el cuerpo técnico el pasaje ante Corinthians tiene que ser fundacional, el punto de partida del camino que debe recorrer este equipo.

Casi la mitad de los once que salieron a enfrentar al Timao son jugadores que llegaron en el último mercado de pases, parte de los 11 refuerzos que llegaron a la Academia: Augusto Solari, Alexis Soto, Egidio Arévalo Ríos y Enrique Triverio. A ellos, además, se les puede sumar Lucas Orban (el miércoles no estuvo por una molestia muscular) y el juvenil arquero Gastón Gómez, que una vez más aprovechó la lesión de Juan Musso para demostrar su personalidad. Ahora, será difícil correrlo de allí.

Además de los nombres nuevos y de la buena prueba para el sistema de cinco defensores, la mejor noticia para Racing en este duro ida y vuelta ante Corinthians fue que su capitán Lisandro López recuperó su mejor nivel. En sólo dos meses, Licha pasó de admitir públicamente que pensaba en el retiro por no tolerar algunas molestias en su rodilla izquierda a ser el abanderado futbolístico y anímico de la Academia.

“Somos conscientes de todo lo que representa Lisandro para este equipo y para este club. Tras lo que le pasó el semestre pasado queríamos verlo feliz. Después de una planificación, de su esfuerzo y de llevarlo de menor a mayor, lo hemos vuelto a ver feliz, que se divierte, que la pasa bien. Si un jugador como él se siente cómodo puede rendir y lo está demostrando. Tiene una categoría enorme y es nuestro referente”, explicó Cocca. Para Licha, estos partidos de eliminación directa son un atajo hacia su obsesión de lograr un título con el club de toda su vida. Por eso da un plus. Por eso lloró en el vestuario de Atlético Mineiro en la eliminación de la Libertadores 2016, por eso se quedó masticando bronca durante meses tras perder la final de la Copa del Bicentenario con Lanús y por eso se fue solo del estadio de Banfield, a los 15 minutos de terminado el partido, en la derrota contra Olimpo por la Copa Argentina. Por eso, también, se fue con los brazos en alto y ovacionado del Cilindro tras haber logrado el pase a cuartos de la Sudamericana, donde lo espera Libertad, de Paraguay.

Otra de las bases en las que se apoya Cocca para hacer crecer a este equipo, más allá de los refuerzos y del liderazgo de Licha, es la fortaleza que construyó en la mitad celeste y blanca de Avellaneda. En lo que va del año jugó 14 partidos en el Cilindro: doce triunfos y dos empates. Sacó el 88% de los puntos que puso en juego en su casa. “Que el hincha se ilusione y que llene la cancha nos pone contentos. Acá de local tenemos un plus. Nos sentimos cómodos. Mientras haya esa comunión con los simpatizantes, a nosotros nos va a servir. A los muchachos les dije que si la gente vino de esa manera es porque están ilusionados”, admite el entrenador que hace crecer ese entusiasmo.