"Es una vergüenza": Moussa Marega se cansó de los gritos racistas, abandonó un partido en Portugal y se descargó contra los hinchas rivales y los árbitros
LISBOA (AFP).- El atacante franco-maliense del Porto Moussa Marega fue víctima de gritos racistas y decidió abandonar el terreno de juego en el minuto 71 del partido de la 21ª jornada del campeonato luso en el campo del Vitoria de Guimaraes. Después de haber firmado el tanto de la victoria (2-1) de su equipo, Marega se cansó de escuchar gritos de mono y cánticos racistas en su contra, por lo que decidió abandonar el césped once minutos más tarde.
Su entrenador se apresuró entonces en hacer un cambio de urgencia, dando entrada en su lugar a Wilson Manafa. Algunos jugadores de Porto y del rival Vitoria de Guimaraes trataron de persuadirlo para que continuara jugando el partido, pero Marega siguió adelante y, muy enfadado, se retiró a los vestuarios, acompañado de miembros del cuerpo técnico de su club. Marega, nacido en Les Ulis (periferia de París), jugó en el equipo de Guimaraes en la temporada 2016-2017.
En el momento de abandonar el césped y luego en el túnel, Marega dedicó gestos hacia la grada, levantando uno de sus dedos y también mostrando su dedo pulgar hacia abajo, en señal de desaprobación de la actitud de los hinchas que le gritaban. "Querría simplemente decir a esos idiotas que vienen al estadio a lanzar gritos racistas que se jodan. Agradezco también a los árbitros que no me hayan protegido y me hayan mostrado una tarjeta amarilla por defender mi color de piel", escribió poco después Marega en su cuenta de Instagram, con emojis de una mano con un dedo levantado. "Espero no verlos nunca más en un terreno de juego. ¡Son una vergüenza", añadió el jugador.
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