La Eurocopa. España no pudo; Portugal, sí
El equipo de Iñaki Sáez igualó 1-1 con Grecia; los locales vencieron a Rusia por 2-0
LISBOA.– Sonrisas y un dejo de desazón quedaron en el Grupo A. No hubo sensaciones intermedias para dos de los equipos con las aspiraciones más altas en la Eurocopa. Porque España necesitaba un triunfo para sentirse con un pie en la próxima etapa y apenas consiguió un empate 1-1 ante Grecia. Porque Portugal precisaba, clamaba por un éxito y lo consiguió: derrotó a Rusia por 2-0.
Todas las miradas se posaron sobre los portugueses tras el tropiezo ante los griegos por 1-0 en la primera fecha. El seleccionado dirigido por Luiz Felipe Scolari asimiló la presión, aunque es cierto que tuvo enfrente a uno de los conjuntos más débiles. Y en buena manera influyó la rápida apertura, a los siete minutos, cuando Maniche definió tras un pase de Deco.
El desarrollo fue entretenido. Portugal tuvo el dominio exclusivo, pero no supo cómo materializarlo en la red. El dramatismo creció para los rusos cuando se retiró expulsado el arquero Ovhinnikov cerca del epílogo del primer tiempo. Simao quedó frente a frente con el guardavalla, que tomó la pelota con la mano fuera del área. Encima, un hincha ruso ingresó en el terreno e intentó agredir al cuarto árbitro. Pero fue detenido por el personal de seguridad.
Paradójicamente, Rusia creció con un hombre menos. Bloqueó los caminos hacia su arco y contraatacó cuando pudo. Portugal no encontró resquicio alguno y optó por los remates desde lejos. La gente manifestó su impaciencia con abucheos y algun que otro insulto. Hasta que Rui Costa –reemplazó a Simao– cerró la cuenta cerca del final y desató el delirio de todos.
Si hacía falta alguna prueba sobre su fiereza, el seleccionado griego la entregó ayer. Porque otra vez, al igual que en la jornada inaugural ante Portugal, asumió sus limitaciones y las suplió con sacrificio y una entrega absoluta. España se enredó en las trampas que le tendieron y casi nunca encontró los caminos.
La primera etapa fue friccionada y entrecortada. Apenas si pudieron contabilizarse dos tiros al arco: el gol de Morientes y un remate del griego Vryzas que salió desviado. La ventaja que logró España pareció que le facilitaría las cosas, pero fue así. Raúl recuperó la pelota en el área rival y, con un taco, habilitó a Morientes, que hizo un pausa, dejó desairado a un defensor y definió con clase ante la salida del arquero Nikopolidis.
Los españoles nunca se sintieron seguros pese a la diferencia. Grecia nunca se desprotegió ni abandonó su actitud aguerrida. Así encontró la igualdad: Haristeas aprovechó un pelotazo largo y remató; la pelota pasó entre las piernas del arquero Casillas.
España se sintió herido y atacó con obstinación. No tuvo claridad. Encima, Raúl, al que no se lo vio en su mejor forma físico, cabeceó por arriba desde un inmejorable posición dentro del área. "No resolvimos frente al arco. Sólo faltó eso. Perdimos dos puntos y ahora tenemos que dar el golpe ante Portugal", comentó el DT Iñaki Sáez. Y si el lo dice...
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