"Estábamos al borde del abismo y ahora depende todo de nosotros"
Mientras juega al misterio sobre su continuidad, Borghi pasó de la decepción al desahogo; "Mostramos las ganas de triunfar", señaló
Por Carlos Travaglini
De la Redacción de LA NACION
La imagen del hombre mesurado que de vez en cuando se permite una pizca de picardía sufrió una tremenda metamorfosis en Claudio Borghi tras el gol de Matías Caruzzo. En ese momento, el Bichi explotó y perdió toda la compostura que lo caracteriza. Se quería abrazar con todo aquel que se le cruzara en el camino y se desesperó por saber cuánto faltaba, porque había perdido toda noción del tiempo. Borghi, en su fuero interior, intuye que éste pudo ser el partido del campeonato, al que sólo le falta el capítulo de la consagración, con una última escala frente a Huracán, en Parque Patricios.
Un viejo axioma dice que para disfrutar primero hay que sufrir. Si lo sabrá Borghi, que pasó por todos los estados de ánimo en un partido electrizante. "La verdad, que cuando Independiente se puso 3-1 arriba pensé en por qué no me dediqué a la ingeniería o me puse un comercio. Estábamos al borde del abismo, pero lo dimos vuelta y ahora depende todo de nosotros. Ahí fue cuando floreció la categoría de los jugadores", reconoció Borghi.
Al ser consultado sobre si Independiente perdió el partido o Argentinos lo ganó, la respuesta de Borghi fue una mezcla de ironía y de humor. "Muchas veces al saber le llaman suerte. No creo en la suerte. Si vos sos bueno y hacés las cosas bien, la suerte importa poco. El Tolo [por Gallego, técnico de Independiente] quiso cuidar el resultado y eso es respetable. Argentinos está acostumbrado a arriesgar, estuvimos al borde de perder, pero mostramos las ganas de triunfar. Si hasta se produjo el milagro de que Sabia hiciera un gol...", comentó, jocoso, el Bichi.
Borghi, que en su etapa como delantero fue campeón con Argentinos en el torneo Nacional de 1985, sabe que esta semana, la previa del encuentro frente a Huracán, no será una más. "Cada partido es una historia diferente. Por suerte, somos un cuerpo técnico muy calmo, y al manejar un grupo de veinte futbolistas, sabremos en la arenga cómo hablarles a cada jugador. Porque no todos reaccionan igual ante una instancia decisiva", expresó el DT.
El Bichi elogió el juego limpio que, a su criterio, caracterizó una fecha decisiva. "Todos saben que soy hincha de Racing, y a pesar de que perdió 3-0 ante River, eso permitió que Central jugara con todo frente a Estudiantes su última ficha para no jugar la Promoción. Además, no me pareció justo que Leonel Núñez les pidiera perdón a los hinchas de Argentinos cada vez que convirtió. El Gordo, lo digo con cariño, se crió en este club, pero es un profesional y jugó como corresponde para Independiente. No me hubiera gustado que errara a propósito ante nosotros", afirmó el DT.
Luego de vencer 2-1 a San Lorenzo, Borghi manifestó que si Argentinos es campeón, se irá. Ayer, apeló a la cintura que alguna vez tuvo, y ahora revela el paso de los años y de los kilos. "Sólo pienso en Huracán, después se verá", concluyó. En su tarde soñada.
- Caruzzo tiene como amuleto a su añeja cinta
Matías Caruzzo ayer se puso el traje de héroe al convertir el gol del triunfo ante los Rojos. Más allá de ese momento imborrable, el zaguero parece aferrarse a un elemento que considera indispensable. "En un momento del partido perdí la cinta de capitán, que tras varias batallas está gastada y remendada. Por suerte, el utilero la encontró y me la alcanzó", dijo Caruzzo.
lanacionar