Entrevista. "Este equipo tiene la mente en el título"
Leandro Romagnoli y Walter Montillo serán los conductores del equipo de Boedo en el torneo Clausura; una sociedad de talentosos en busca de la gloria
MAR DEL PLATA.- Es verdad que sólo los distancian tres años, pero Pipi, el mayor, es como un mentor futbolístico para Monti, el de rostro adolescente, que aún se incomoda ante los elogios. Se aprecia instantáneamente. Walter Montillo escucha a Leandro Romagnoli con suma cortesía y admiración. Montillo no puede creer que comparta el plantel azulgrana con uno de sus ídolos de chiquilín, además de Pablo Aimar. Ambos componen una sociedad creativa que puede llegar a deleitar hasta los ojos de los hinchas más implacables. El entrenador Néstor Gorosito apostará a estos dos atrevidos para conducir a San Lorenzo.
"Cuando era chico miraba a los que mejor jugaban en mi posición (enganche) y Pipi y Aimar eran mis referentes. Pero nunca llegaré a copiarles algo de lo que hacen. Siempre los admiré porque son pibes de barrio, que empezaron desde abajo. Los dos son una cosa de locos. Cuando estaba en las inferiores iba a la cancha sólo a ver jugar a Romagnoli", cuenta Montillo, retraído, mientras Pipi sonríe y le agradece. Montillo, que vive en Lanús Oeste, añade: "La primera vez que estuve en la primera división me tocó cambiarme al lado de él; tenemos los casilleros pegados y no lo podía creer... No hablé una palabra. Es una persona bárbara".
Tras dejar de lado la insufrible lesión que lo marginó durante 299 días, Romagnoli recobró la felicidad. "Me halagan las palabras de Monti, me pone muy contento cuando hablan bien de uno. El demostró que es un gran jugador y que puede conducir a San Lorenzo, pese a que tiene sólo un campeonato jugado", señala el pibe de Soldati.
-¿Qué virtudes observan uno del otro?
Montillo: -Lo que más destaco de Pipi, y que a mí me falta, es que no la pierde nunca. Todas las pelotas las distribuye bien y sirve para que descansen los defensores y mediocampistas.
Romagnoli (dirigiéndose a Montillo): -Esa característica la vas a mejorar a medida que tomes experiencia. Me pasaba exactamente lo mismo. Yo admiraba a Pipo y quería ser como él. Gorosito no la perdía nunca, hacía todos los pases bien, ponía pelotas de gol. Cuando me inicié, perdía las pelotas por ansioso y por falta de ritmo en primera. Vas a andar mucho mejor. Lo que más me gusta de Monti es su rapidez y que encara siempre para adelante.
-Tienen en común haber participado en los seleccionados juveniles.
R: -Sí, parecido. Creo que es muy importante jugar en la selección juvenil; crecés de golpe. El no tuvo la suerte de ser campeón (en el Mundial Sub 20 de los Emiratos Arabes Unidos), pero tuvieron un gran equipo.
M: -Sí, fue una lástima. Pero fue un orgullo enorme poder vestir la camiseta argentina.
-¿Es beneficioso tener un técnico que haya actuado en su misma posición?
R: -Sí, porque te da consejos de cómo jugar, dónde ubicarte dentro de la cancha. Uno lo escucha a Pipo con atención porque fue un referente del club. Más allá de que dentro del campo siempre resuelven los jugadores y la improvisación de cada uno.
M: -De los tres técnicos que tuve (además de Manuel Pellegrini y Ruben Insua), Pipo fue el que más minutos y confianza me brindó; estoy muy agradecido a él porque me hizo debutar en primera. Trato de hacer las cosas que me pide, como ganarle la espalda al cinco rival.
-Romagnoli, pese a tu juventud sos uno de los referentes del plantel...
-Sí, me doy cuenta porque tengo 22 años, pero debuté en 1998 y soy uno de los pocos que van quedando en el plantel. Pero siempre prefiero que hablen Pablo (Michelini), Claudio (Morel Rodríguez) y Aldo (Paredes). No soy de parar a mis compañeros y darles consejos. Si me preguntan sí lo hago, no tengo ningún problema.
-Montillo, a los 17 años llegaste a San Lorenzo y a los 19 estás consolidado en primera. ¿Qué sentís?
-Mucha tranquilidad porque tengo la suerte de tener a mi familia, que me pone los pies sobre la tierra y me lleva con humildad. No tomo ventajas por la fama. Sólo trato de jugar al fútbol porque es mi trabajo.
-¿San Lorenzo es candidato a ganar el próximo Clausura?
M: -Sí, tenemos que trabajar con sacrificio y pelear arriba. Con el regreso de Pipi el equipo es diferente. Queremos ganar el título.
R: -Este equipo tiene la mente puesta en el título. No jugaremos la Copa Libertadores y si jugamos un domingo, después tenemos una semana para recuperarnos físicamente. Eso es beneficioso. Si jugás dos torneos a la misma vez, a la larga se siente el cansancio, y tenés que decidirte por uno u otro.
-¿Con Romagnoli y Montillo en una cancha hay espectáculo asegurado?
R: -No sé, ojalá. Creo que sería muy bueno jugar juntos, porque es muy importante tener dos enganches que armen juego. Son decisiones del técnico y él sabrá manejarlas.
M (se ríe): -Sería un sueño jugar junto con Pipi; es algo que espero desde que estaba en las inferiores. Es un fenómeno y me gustaría tirar paredes con él. Pienso que con Romagnoli hay magia asegurada, con él solo...
- Gorosito, el mentor
"Buscaré la manera de darle equilibrio al equipo para que jueguen ellos. ¿Por qué no pueden jugar dos talentosos juntos? ¿Acaso no juegan juntos los que defienden? Son dos grandes jugadores", señaló el entrenador Néstor Gorosito.
El día en que Pipi volvió a ser feliz
MAR DEL PLATA (De un enviado especial).- En la victoria ante Independiente (3-0), en Salta, el 14 del actual, Leandro Romagnoli ingresó a los 27 minutos de la segunda mitad por Damián Luna, y, a los 45, marcó un gol, a pura gambeta, tras dejar atrás la rotura del neoligamento de la rodilla derecha. "No sé si fue una revancha, pero lo primero que me pasó por la cabeza fue que la lesión quedó en el olvido, que estoy bien, que la pierna no me molesta; pero sé que tengo que seguir con los trabajos específicos en la pierna y entrenándome. Esta pretemporada será clave. Sé que me costará tomar el ritmo en los primeros partidos del campeonato, pero a medida que juegue confío en que encontraré el buen nivel que supe tener. El peor momento de la lesión fue cuando volvía a mi casa de ver los partidos en la platea. Me ponía muy mal", dijo.
lanacionar