Estilo Almirón: cómo piensa cambiar el aire en San Lorenzo y apuntarle a la Copa Libertadores
La tarea de reconstruir confianza es urgente. San Lorenzo está obligado a levantar la cabeza. A los azulgranas se les va un 2018 con más dudas que certezas. En los últimos meses acarreó demasiados sinsabores como para continuar empantanado. Y dentro de esa búsqueda, el punto de partida es Jorge Almirón , que ya se encuentra orientado en la renovación del plantel. En el último año de Matías Lammens como presidente, el objetivo es nítido: armar un equipo para dar batalla en la Copa Libertadores 2019.
El Ciclón parece haber dejado atrás la transición de un año en el que estuvo enfocado en cuidar las arcas del club. A diferencia del resto de los equipos grandes, San Lorenzo no realizó grandes desembolsos. Pero la apuesta pensando en la próxima temporada será ambiciosa y se habla de la llegada de seis o siete refuerzos. Para esto, Almirón está permanentemente en reuniones con la dirigencia azulgrana. Dentro de ese contexto, el DT apuntó la mirada hacia jugadores conocidos de su último club, Atlético Nacional de Medellín, y Gustavo Torres se convirtió en la primera incorporación. El delantero colombiano, de 22 años, ya firmó su contrato a préstamo por un año a cambio de 300.000 dólares, con una opción de compra de dos millones de dólares. De la misma institución también arribó Raúl Loaiza, un volante central de 24 años. El costo del préstamo por un año es de 50.000 dólares y la opción de compra es de 800.000 dólares por el 80 por ciento del pase. En la misma sintonía, en Boedo miran de cerca a Jeison Lucumí, un extremo de 23 años del elenco verdolaga.
[R][R] "Me gusta sacar al equipo de atrás, manejar muy bien el balón y a la hora de marcar, estar firme en la mitad del campo".[R] Así se presenta Raúl Loaiza [R][R], el segundo refuerzo de #SanLorenzo, que el 3 de enero iniciará la pretemporada con el plantel#VamosCiclón [R][R][R] pic.twitter.com/096XgtPQlx&— San Lorenzo (@SanLorenzo) 20 de diciembre de 2018
Almirón quiere futbolistas que interpreten velozmente su manera de juego. Por eso amplía el radar y acelera. Pretende refrescar la cabeza de un grupo que viene golpeado. La urgencia de resultados en la Superliga es inmediata: el equipo se ubica 23º en la tabla de posiciones con 13 puntos, a 23 del líder, Racing, y con sólo dos victorias en 14 partidos. En ese camino apuntó a dos futbolistas que, según su mirada, le darían un saldo de calidad al esquema: Fernando Monetti y Federico Mancuello. El arquero, también en Atlético Nacional, podría llegar a préstamo. En tanto que el volante fue padre hace un par de semanas y le agrada la posibilidad de regresar a la Argentina, dado que en Cruzeiro no tiene lugar entre los titulares. Aquí se abre un paréntesis, porque de concretarse la llegada de Monetti, Nicolás Navarro hablará con Almirón para conocer sus chances concretas de jugar. Son cuestiones que se irán resolviendo en los próximos días.
En qué aspectos trabaja el DT
En la carpeta de los posibles refuerzos aparecen más protagonistas. El lateral izquierdo es un lugar que inquieta a Almirón, que para ese espacio busca un jugador de mayor experiencia. En 2018 ese puesto se lo repartieron entre Gabriel Rojas (21 años) y Elías Pereyra (19). Un ex jugador de la casa, Emmanuel Mas, ingresa en esa lista, pero su salida de la Ribera dependerá del plantel que arme el nuevo entrenador de Boca, que allí contará con Frank Fabra y Lucas Olaza. En las últimas horas también apareció la posibilidad de Miguel Trauco, quien forma parte del seleccionado peruano y no es titular en Flamengo. Por otra parte, en la línea defensiva también interesa Diego Braghieri, otro futbolista a quien el nuevo entrenador azulgrana ya dirigió en Lanús y en Atlético Nacional.
Almirón trabaja en el receso de verano para ensamblar las nuevas piezas. En cierto punto, todo equipo es un gran interrogante para la renovación del campeonato, con una sangría evidente en muchos clubes que atraviesan épocas económicas complejas y con el dólar a tan alta cotización. No obstante, en su interior, el DT cree que ganar la Libertadores no es una utopía. Y la ilusión de los hinchas azulgranas es grande: entienden que el nuevo entrenador revitalizará el juego de un equipo deslucido en los últimos meses.
Almirón ya dio algunas muestras de lo que desea en el puñado de partidos que estuvo a cargo de San Lorenzo: no traiciona sus ideas y considera que todos los equipos pueden "jugar bien". Una premisa que el director técnico trató de imponer en cada uno de los clubes que dirigió: salida limpia y por abajo desde el fondo, juego colectivo, fluidez en la zona media, rotaciones y un ataque ancho. Algunos de los sellos que el DT intentará impregnarle a su San Lorenzo.
Otro de los objetivos de Almirón será recuperar y potenciar futbolistas, tal como sucediera en su paso por Lanús con Esteban Andrada, Iván Marcone, Román Martínez, Lautaro Acosta, Alejandro Silva y Oscar Benítez, por citar algunos casos. En el Granate todos explotaron sus virtudes. Hoy, trazando un paralelismo, podría mencionarse a Pablo Mouche –campeón en aquel recordado Lanús de 2016–, que terminó este año con rendimientos muy bajos en el Ciclón.
Asimismo, los dirigentes pedirán que los juveniles sigan teniendo su espacio en el primer equipo. Un aspecto saludable el de apostar por chicos con proyección. En estos últimos meses se profundizó la continuidad de Pereyra, Manuel Insaurralde y Adolfo Gaich, por ejemplo. De ellos se espera que den el salto de calidad.
Dentro del éxodo, el primero en dejar el club fue Franco Mussis, quien finalizó su contrato en estos días. Además, hay otros que buscarán nuevos destinos, como Gabriel Gudiño (Talleres sería su destino), Alexis Castro y Daniel Hernández.
En San Lorenzo las expectativas están renovadas. Se percibe el cambio de aire, de a poco irán llegando las nuevas armas. Almirón quiere dejar un nuevo sello.