Opinión. Estudiantes: la riqueza y los tiempos de armonía
Uno de los secretos de Estudiantes es el recambio. Las variantes están al alcance de la mano y son ricas, de las más tentadoras cuando el resultado se muestra como una cerradura de varias combinaciones, casi infranqueable. Anteanoche, por ejemplo, Leonardo Astrada tuvo a su lado en el banco a José Luis Calderón, Iván Moreno y Fabianesi y la Gata Gastón Fernández. Y Calderón, precisamente, salvó el momento frente a Argentinos y le dio el pase a la final de la Copa Sudamericana. Alternativas, sorpresas, nombres pesados, de eso se trata.
Claro que no siempre "las variantes" pueden manejarse con docilidad. No parece viable que los jugadores de renombre convivan con la frustración –según describe la mayoría de ellos– de sentirse suplentes. Por eso, aunque silencioso, ese aspecto parece uno de los más atendibles en el suceso que por estos días envuelve la campaña internacional de Estudiantes. La armonía, la comunión y el deseo colectivo de triunfo, sin dudas, hacen los pases más precisos y potencian los remates al arco. Al menos, aplacan la convivencia y hacen más llevaderas las ansias personales.
Hay nombres que van y vienen sin un lugar seguro. A los antes mencionados pueden agregarse Juan Manuel Salgueiro, Diego Galván, Juan Manuel Díaz, Leandro Benítez, Christian Cellay... Dicen aquellos que día tras día están cerca del plantel que no hay quejas. Y, si las hay, son moderadas. En todos los casos tiene preponderancia la figura de Juan Sebastián Verón, líder también en cada una de las acciones que inciden directamente dentro del plantel.
Pero hace poco tiempo las cosas no estaban tan bien. El grupo se había resquebrajado en los últimos partidos de la conducción de Roberto Sensini. Hasta se deslizó que todo habría comenzado con un cortocircuito entre Verón y el propio entrenador que, a la larga, repercutió en el ánimo de todos y terminó con la renuncia de Sensini. La contratación de Astrada volvió la situación a un punto cero. Calderón, con 38 años, aceptó la llegada de Mauro Boselli y resignó la titularidad. Moreno y Fabianesi, uno de los puntales en la temporada pasada, a punto de irse a Boca, se conforma con jugar unos pocos minutos; a veces, ni siquiera eso. La Gata Fernández pasó de contratación estrella a primer recambio.
Los resultados en la Sudamericana fueron el mejor envión y, en forma paralela, el Apertura mantiene su atractivo, ya que Estudiantes busca clasificarse para la próxima Copa Libertadores. Con la riqueza del grupo y la mentada mística de su historia. Los que juegan están contentos. Los que no, ayudan, no ponen obstáculos y festejan el suceso con naturalidad. Y ése es un dato mayúsculo.
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