Estudiantes y Gimnasia sacan la misma conclusión: sin argumentos para ganar, se quedan a mitad de camino
El clásico platense terminó con un empate 0-0 que no les sirvió a ninguno de los dos y que los aleja de la lucha por acomodarse en la clasificación a la siguiente etapa de la Copa de la Liga Profesional
LA PLATA.– Estudiantes apostó por el juego directo, inquietó por esa vía y falló de manera grosera en la definición. Gimnasia buscó avanzar a través de pases cortos y las reiteradas imprecisiones atentaron contra su plan. El Pincha, que mereció un poco más, y el Lobo se quedaron a mitad de camino. El 0-0 no les sirve. Buscaron el triunfo y ambos se quedaron sin argumentos. Los dos fracasaron.
El equipo de Ricardo Zielinski necesitaba ganar para elevar su sueño de acceder a cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. El conjunto de Messera-Martini precisaba una victoria para acomodarse en su zona y conservar su ilusión de clasificación. El punto los complica. El León –ahora con 16 unidades– tenía la posibilidad de despegarse de San Lorenzo y Racing, mientras que el Tripero –llegó a 11– desperdició la chance de sumarse al pelotón que se encuentra debajo de los cuatro primeros. Quisieron. No supieron cómo.
Los dos poseen un motivo endeble como para intentar convencerse de que la igualdad es positiva. “Mantenemos la racha en el clásico”, dirá un hincha albirrojo. “Jugamos con uno menos durante 20 minutos y de visitante”, afirmará un simpatizante albiazul. Es cierto. Tanto Estudiantes como Gimnasia pueden hallar algún elemento positivo. Si se corre el foco del honor que se disputa en este cruce, los dos retrocedieron un escalón.
El Pincha no tuvo mucho volumen de juego, pero fabricó cinco situaciones de gol. Esto significa que lo ideado por el “Ruso” Zielinski dio resultado. El local no se descuidó y se las ingenió para herir a su adversario. El error, evidente, casi burdo, estuvo en la definición. El León generó posibilidades y se cegó en el último toque. Cuando no la tiró afuera, le acertó a los obstáculos (piernas de los defensores, arquero y travesaños). El plan salió. La ejecución final falló.
Lo del Lobo fue la antítesis. Soñó con asociaciones y llegadas por abajo. Le faltó justeza. La rebeldía de Johan Carbonero duró apenas un rato. Los laterales, Marcelo Weigandt y Matías Melluso, fueron prolijos en la salida, aunque no pudieron ser punzantes. Brahian Alemán careció de un socio para desarticular el bloque defensivo local. En el segmento final del encuentro, ya con uno menos por la expulsión de Harrinson Mancilla, Gimnasia hizo la lógica. Juntó líneas y se replegó. ¡Aguantó!
A pesar del 0-0 y del pobre espectáculo, el clásico platense contó con varias emociones. Los allegados, en la platea, gritaron varios goles antes de tiempo. En el inicio del encuentro, Carbonero desbordó por la izquierda y mandó el pase atrás para Eric Ramírez; Leonardo Godoy rechazó con lo justo. Las otras ocasiones fueron para el León. Leandro Díaz remató desde media distancia y la pelota pegó en el travesaño. Martín Cauteruccio enganchó y dio el pase atrás para Díaz; salvó Leonardo Morales delante de la línea. Fabián Noguera cabeceó solo, pero desviado. Díaz (sí, otra vez Díaz) quedó a metros del arco y remató al travesaño. En la última, el arquero Rodrigo Rey –la figura– le ahogó el tanto al ingresado Manuel Castro.
En el primer cruce en 1 y 57 tras más de 15 años, y el primero en el nuevo estadio albirrojo, los dos se quedaron con las ganas. Al Pincha le faltó inventiva para aprovechar el hombre de más. El Lobo, tras un arranque promisorio, careció de precisión (¿y decisión?) para intentar cortar la racha. Las estadísticas del clásico platense indican que Estudiantes no pierde ante Gimnasia desde hace más de 11 años (febrero de 2010) y que el historial general oficial apenas sumó una igualdad (ahora, 66 victorias para Estudiantes, 50 triunfos para Gimnasia y 65 empates).
“Tuvimos las mejores oportunidades y no estuvimos finos para convertir. Creo que estuvimos mejor que el rival, pero no hemos podido. Los partidos se ganan con goles; teníamos que hacer un pase a la red y no pudimos hacerlo”, analizó Zielinski, director técnico de Estudiantes.
Los entrenadores albiazules, en cambio, resaltaron la valía de la igualdad. “Tuvimos 18 contagiados de coronavirus que se recuperaron a último momento y, además, terminamos con un jugador menos. Le damos mucha validez al temple y a la entrega de estos jugadores que dejaron todo en cada pelota”, expresó Leandro Marini. Mariano Messera manifestó: “obviamente lo queríamos ganar, pero venimos de semanas difíciles. Nos quedan tres encuentros y buscaremos sumar los nueve puntos para cumplir el objetivo de clasificar”.
Estudiantes generó más y luego dilapidó lo que construyó. Gimnasia se desinfló muy rápido. Los dos quedaron en deuda en un clásico con demasiados matices.
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