Fernando Gago y otro paso: hizo fútbol con la Reserva y aún sueña con el Mundial

Boca está a horas de un partido trascendental por la Copa Libertadores. Se vuelve a ver las caras con Palmeiras, el rival más difícil del grupo, en un contexto muy claro: si obtiene una victoria, tendrá un pie y medio en octavos de final; si pierde, la clasificación puede estar más difícil y tendrá que empezar a mirar de reojo otros resultados. En una situación común, qué equipo jugará sería el principal atractivo de estas horas. Sin embargo, hay un personaje importante que cambió el foco de atención: Fernando Gago realizó una extensa práctica de fútbol con la Reserva y está más cerca de retornar.

En la mañana del martes se decidió que Gago formara parte del plantel del que está a cargo Rolando Schiavi, que lo recibió con los brazos abiertos y muchas sonrisas. Junto a los juveniles, el N°5 participó sin inconvenientes de los 50 minutos que duró el entrenamiento formal que tuvo a un equipo por lado, aunque con los recaudos lógicos de no lastimarlo. Bajo la atenta mirada de Ariel Pereyra, ayudante de campo de Guillermo Barros Schelotto, a Fernando le colocaron el llamado corpiño que contiene el famoso GPS para medir todo lo correspondiente a su movilidad en el campo: un aspecto moderno e importante que le otorgará a Javier Valdecantos, el preparador físico, y los Mellizos una primera pauta de cómo está el jugador.

El equipo para el partido del miércoles con Palmeiras: Rossi; Jara, Vergini, Magallán, Mas; Nández, Sebastián Pérez, Pablo Pérez, Tevez; Pavón y Ábila

Quienes lo vieron de cerca remarcan lo mismo que se decía cuando estaba cerca de recuperarse de su segunda rotura del tendón de Aquiles: lento físicamente, impecable con la pelota en los pies. Algo lógico y coherente.

Que la vuelta de Gago esté cerca no significa que sea inminente. Habrá que ser prudentes. Principalmente porque sus intenciones, se sabe, no son las mismas que el cuerpo técnico que encabezan los Barros Schelotto. Las ganas de Pintita de estar otra vez en una cancha son inmensas, al igual que la ansiedad. No porque quiera jugar estos últimos partidos de la Superliga para que, en caso de que su equipo se corone, él se sienta campeón, algo que el grupo se lo recuerda constantemente. Sino más bien porque tiene un único objetivo a corto plazo: jugar el Mundial de Rusia. "Vos esperá para evaluarme", le dijo el capitán del xeneize a Jorge Sampaoli, entrenador de la Selección.

Sin embargo, aquello parece estar muy lejano. Su ilusión estaba en reaparecer en aquella final perdida ante River por la Supercopa y ahí los tiempos hubiesen sido casi suficientes para conformar o no al técnico casildense, pero el desprendimiento de adherencias en el ligamento que experimentó unos días previos a aquel duelo en Mendoza demoró las cosas. Aquello hizo que Guillermo y Gustavo fueran más pacientes todavía y decidan no acelerar algo que pusiera en riesgo al volante de 32 años.

El tema es que hay una debilidad: las insistencias de Fernando por querer jugar la Copa del Mundo, posiblemente su última participación grande con la camiseta albiceleste. Entonces, para los Mellizos es una dura encrucijada. Porque, por un lado, creen que debe seguir entrenándose para lograr el ritmo adecuado de competencia: jugar un partido de Reserva, tal como hace un año y medio, es una opción concreta, pero tampoco tan cercana. Por otro, ellos fueron futbolistas y entienden lo que pasa por su cabeza y el esfuerzo que hizo por defender, una vez más, la camiseta de su país. Irán aumentando las exigencias y la decisión final dependerá de cómo responda.

De todas formas, no deja de ser una buena noticia para Boca. Todos quieren que Fernando Gago viaje a Rusia, pero a la vez se alegran porque, en caso de clasificar, es un hecho que estará a disposición para jugar en las series mano a mano de la Copa Libertadores, el gran objetivo azul y oro.