Así formará Boca con Palmeiras, en la semifinal decisiva de la Copa Libertadores
Bocallega a San Pablo y mañana, a las 21.45, es el día tan ansiado de la revancha ante Palmeiras, en la semifinal de la Copa Libertadores en la que el xeneize lleva una buena ventaja de 2-0. En situaciones así, pocas veces Guillermo Barros Schelotto tuvo tan claro de qué manera y con qué protagonistas encararía un partido.
"El equipo será parecido al de la otra vez (por los once que jugaron la ida). Analizaremos a todos y definiremos", dijo el Mellizo tras la derrota del sábado ante Gimnasia, por la Superliga. No obstante, más que ostentar una similitud con quienes lograron la gran victoria en el primer desquite de la semana pasada, a raíz del doblete de Darío Benedetto, en realidad tiene mucho de la esencia que se vio ante Cruzeiro -hace casi un mes- cuando Boca consiguió el pase a semifinales con el gol agónico de Cristian Pavón.
Los once apellidos que pensaron los Mellizos para que Boca logre ser finalista de la Copa después de seis años son: Agustín Rossi; Jara, Carlos Izquierdoz, Lisandro Magallán, Lucas Olaza; Wilmar Barrios; Villa, Nahitan Nández, Pablo Pérez, Pavón; Abila.
Serán nueve los futbolistas que repitan la presencia con respecto a esa noche. Sin embargo, lo más importante pasa por el esquema que utilizarán los Barros Schelotto: 4-1-4-1, con nombres y posiciones meditadas mayormente para apagar el fútbol de Palmeiras más que para enfocarse en el arco rival. ¿Por qué? La inclusión de Sebastián Villa fue inteligente aquella vez en Belo Horizonte y puede ser otra vez importante mañana: se ubicará en la franja derecha, en una línea de 4 volantes que intentarán achicarle los espacios a los hombres de Luiz Felipe Scolari.
Con convicciones y, porqué no, olfato, algo le dice a Guillermo que no se deje llevar por los goles emocionantes que hizo Benedetto: pese a esto y a la locura de los hinchas, no le dará la titularidad. Es precavido y más que ser oportunista, prefiere terminar de jugar el cruce con la cabeza. En efecto, le mantendrá el lugar a Ramón Abila, uno de los dos que jugarán mañana y que no jugaron de entrada en el Mineirao (el otro es Leonardo Jara).
Y esta decisión también puede incluirse en lo influyente que fue la igualdad conseguida ante Cruzeiro en la revancha de los cuartos de final. Aquella vez, su ingreso faltando nueve minutos fue trascendental, porque cumplió con la función tan necesaria de un centro delantero en un partido con aquel contexto particular, en el que Boca debía defender la misma ventaja con la que jugará mañana en el Allianz Parque: en ese ratito, Wanchope luchó e incómodo a los centrales y le dio la asistencia de pecho al 7 bravo para que hiciera el gol que le permitió a los de la Ribera estar donde están hoy en la Copa Libertadores.
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