Franco Di Santo, la estrella del futuro: "Me gustaría ser el nuevo Messi"
A fuerza de talento, el mendocino de 20 años se hace un lugar en Chelsea y sueña con tener una historia similar al crack de Barcelona
¿Quién es ese chico? Franco Di Santo, un delantero hábil y corpulento, de 20 años, de 1,94 metro. ¿Dónde nació, por qué no es conocido en el fútbol doméstico, por dónde deschaba su juego? Nació en Mendoza y, rápido de reflejos, como en el césped, cruzó la Cordillera y triunfó en Audax Italiano, un pequeño y ascendente equipo de Chile. Y hace un buen tiempo que, cuando las estrellas lo dejan, le pone el cuerpo a su sueño de grandeza en Chelsea, uno de los clubes más poderosos del planeta fútbol. El mejor ejemplo es el partido de anteanoche: hizo un gol en el 2-0 a América, de México para que el equipo inglés ganara el "World Football Challenge", que se disputó en Dallas, Estados Unidos. ¿Su historia es similar, a la distancia, a la de Lionel Messi? Sí, aunque no tanto. Tal vez. Su reseña, en realidad, es otra. Es ésta?
"Mi sueño es salir campeón del mundo con la selección argentina." Lanza la frase, que repite desde los 16 años, cuando se probó sin éxito en las inferiores de Godoy Cruz, cuando creía que su destino iba a estar en el arco, con el recuerdo fresco de las manos mágicas de papá Jorge. De pronto, descubrió el arco, pero el rival: la ambición por el gol resultó más fuerte y cruzó la frontera detrás de Audax, al fin de cuentas, el club que le abrió las puertas del mundo. "No soy conocido en el fútbol argentino porque nunca jugué allá. Pero ya va a llegar ese momento. En Chile, la verdad, me consideran chileno", explica el protagonista, campechano, natural, divertido, ocurrente, que a su manera descubre semejanzas con Lionel. "Me gustaría ser el nuevo Messi, claro. Hice mi carrera afuera, como él, pero me falta?", cuenta.
-¿Hablaste con él, le contaste tu historia?
-Sí, nos conocemos bastante. Cuando nos cruzamos por la Champions, lo felicité; es un grande. Pero no hablé mucho, es muy tímido.
-¿A cuánta distancia estás de él?
-No estoy ni lejos ni cerca. Lo único que quiero es jugar, demostrar. Y en Chelsea es casi imposible.
Claro: en Chelsea son todos cracks. Y aunque Franco parece serlo, no puede poner primera. Las luces de otros se lo impiden. "Yo quiero triunfar en Chelsea, pero no es fácil. Pensé en que podrían darme a préstamo, pero no me largan", dice, siempre con una sonrisa, el hombre que pasó de la oscuridad de Audax a la luz de Chelsea en siete millones de dólares. Una pequeña gran revolución trasandina. Sus números, con tamaño talento, inquietan: apenas 116 minutos vestido de azul en el césped durante todo 2009. Demasiado poco para su clase, parecida a la que supo mostrar Hernán Crespo, su paradigma.
Es mendocino, muchos creen que es chileno y vive en Londres. Vive con Sonia y Jorge, sus padres, en una suerte de barrio cerrado en las afueras. Bifes de chorizo y pastel de papas son los lujos que Sonia le brinda a su hijo famoso en este año y medio en el que lucha con el idioma y la irresistible frialdad británica. "No tengo novia, pero siempre algo hay", lanza, pícaro, el pibe de barrio fanático de Guaymallén, el popular conjunto del Argentino B, que se queda en casa, con su combinación favorita: películas por DVD y música cuartetera, con el sello de Banda 21 y de La Barra. La PlayStation, de vez en cuando. La buena ropa, casi siempre: es fanático de las grandes marcas. Si ningún atrevido señala que es una estrella de fútbol, se puede descubrir un pibe común y sonriente. Que terminó la escuela secundaria en Santiago y que algún día va a descubrir su futuro entre dos vocaciones disímiles: veterinaria y arquitectura.
De la tierra del sol a la cuna de la neblina, siempre detrás de una pelota. Di Santo, a su manera, quiere ser más conocido por estos pagos. Se define así. "Me encanta jugar en el frío y en el barro: en la lucha gano por habilidad. Y tengo un buen cabezazo. Bah, creo?", se ríe. Siempre se ríe, el hombre que tiene dos amigos muy famosos: Drogba y Terry. Didier es el gran goleador; John, el gran capitán. "Hace un minuto, hablé con Didier: es un grande. Estaba en un comercial con otras figuras. Creo que también estaba Messi? Es muy claro y siempre me dice que no tengo que bajonearme. El empezó a jugar a los 22 años, así que es un buen ejemplo", confía. "¿Sabés qué defensor fue el más complicado de su carrera? -pregunta, enigmático-. Ayala. Y pensar que en la Argentina no es tan reconocido?", se asombra el joven.
-¿Tan bien te llevás con Drogba?
-Excelente. Hasta cuando pongo la música cuartetera. A él le encanta, porque la africana es parecida. Hacemos un lío bárbaro en el vestuario.
-¿Y Terry?
-Otro grande. A veces, me pasa a buscar por casa. Está en todos los detalles.
Franco Di Santo también está en todos los detalles. Alto, hábil, veloz. Un N° 9 diferente. "Y poné que quiero triunfar", sugiere. Tal vez, su deseo se convierta en realidad.
36 fueron los goles que marcó en su carrera, en Audax Italiano y en Chelsea; su último partido oficial fue el 2 de mayo, en el éxito por 3-1 contra Fulham (actuó siete minutos).
Elogios de Ancelotti
Después de la muy buena actuación de Di Santo frente a América, los diarios ingleses le dedicaron loas al argentino. Y también el DT del equipo inglés, Carlo Ancelotti, que en el diario The Sun dijo: "Di Santo es un jugador joven y muy bueno. Se mueve muy bien en el campo sin la pelota. Es frío a la hora de definir, algo importante para un delantero. Ante América realizó un muy buen trabajo para el equipo".
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