El torneo Apertura. Gimnasia empieza a creer a fuerza de triunfos

LA PLATA.- Gimnasia quiere empezar a creer a fuerza de puntos. Todavía le falta para encontrar el equipo sólido y efectivo que necesita para encarar la larga batalla por esquivar el descenso, pero los triunfos son un combustible necesario, y anoche cosechó el segundo consecutivo bajo la conducción de Leonardo Madelón. Sufrió, estuvo al borde de la derrota, y cerca del final apareció ese disparo de Mariano Messera que encontró una floja resistencia de Gutiérrez para llevarse un 1-0 ante San Martín, de Tucumán.

La victoria se festejó con todo en el Bosque. Y no fue para menos el desahogo, porque no la pasó bien, y terminó alcanzando el triunfo con un hombre menos, por la expulsión de Ignacio Piatti. El volante fue con la pierna levantada a disputar la pelota contra Imperiale, y pareció que con la amarilla bastaba para castigarlo, pero Laverni consultó con el juez de línea y sacó la roja de su bolsillo, a los 29 del primer tiempo. Esa incidencia dividió en dos el partido. Porque hasta allí la inciativa y el manejo de la pelota, aunque con pocas ideas, era del local, que tuvo dos chances claras con diferencia de un minuto: primero Guitérrez tapó en gran forma una entrada franca de Villar, y después fue Maldonado el que demostró su escaso oficio con todo el arco a su disposición.

Pero cuando el Lobo se quedó con 10 sintió el impacto, y se replegó demasiado, tanto que parecía tener aún menos jugadores en la cancha. San Martín, que sabe manejar la pelota, lo arrinconó en el segundo tiempo, y buscó entrarle a una defensa local que se paraba demasiado cerca de Sessa. Los tucumanos tuvieron dos oportunidades claras de marcar la diferencia: a los 15 Daniel Vega sacó un fuerte disparo que se estrelló en el travesaño, y a los 21 fue Turdó el que estuvo cerca.

Gimnasia estaba entre la impaciencia de su gente, que le pedía otra actitud para ir a buscar más que el empate, y su impotencia para hacerse de la pelota e intentar lastimar a los tucumanos. Pero Madelón encontró la respuesta en el banco. Entró Messera por Romero cuando faltaban 15 minutos, y la idea primaria del DT, de manejar la pelota con un hombre capacitado para hacerlo, se transformó en una solución inesperada. Porque el volante tomó una pelota sobre la izquierda y sacó un remate que parecía controlable para Gutiérrez y sin embargo se metió en el arco. Faltaban 10 minutos, que sólo sirvieron para el festejo platense, porque San Martín no tenía armas ni ánimo para empatarlo.

• Sosa anticipó un partido clave y lo jugó como tal
  
  Roberto Sosa, que venía de marcar ante Vélez el primer gol desde su regreso, había dicho que este era un partido de 9 puntos, por su importancia en la lucha por no descender. Y lo jugó con todo, tanto que fue la figura de la cancha: sobre él recayó todo el ataque del Lobo.

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