Independiente desembarcó en Asunción para un duelo de reyes ante Olimpia
El Rojo se instaló en el lujoso hotel de la Conmebol en la capital paraguaya; mañana se medirá con el Decano, con la intención de mantener la ventaja (1-0) alcanzada en la ida
ASUNCIÓN.- Es un asunto de reyes. De otro modo no se entiende el atuendo formal, de elegante sport (con una corbata rojo fuego), en el que vuela y aterriza la ilusión de Independiente . Se trata de reflejarse en su magnífica historia copera. Siete Copas Libertadores, entre tantos trofeos internacionales, lo convierten en el Rey de Copas desde largos años atrás. Olimpia , el adversario de mañana, en el desquite de los octavos de final de la Copa Sudamericana, no sólo es el Decano: se hace llamar…, Rey de Copas. Suma tres Libertadores, aunque también contabiliza trofeos de otros colores. Y es el único, en la tierra del tereré, que tiene cobertura internacional. "En Paraguay hay un solo rey. Nuestra gente, nuestras voces, nuestro infierno", empapelan parte de la ciudad sorprendida por un diluvio primaveral. Rey, infierno, mística: el choque de mañana, en un atiborrado Defensores del Chaco, no sólo se trata de revancha para el elenco guaraní luego del 1-0 rojo de una semana atrás: se trata de orgullo.
Durante el día, las camisetas de Olimpia, de dudosa calidad, volaron de las manos de los vendedores de baratijas. Los precios son a ojo: empiezan en 50.000 guaraníes en el día y acaban en 25.000 por las noches. De unos 14 dólares, para abajo, hasta acabar el stock. Lejos de la presión local, minutos antes de las 18 de nuestro país, Independiente se alojó a metros del aeropuerto internacional, en el lujoso hotel de la Conmebol, un exceso dorado: desde sus vidrios se espía la pobreza estructural. Sin embargo, Independiente no piensa en la economía global: está convencido de que mañana puede ser una noche inolvidable para recuperar su viejo orgullo.
"Tenemos mucha ilusión de hacer un buen partido y de ganar, que es nuestro objetivo principal. En esta clase de enfrentamientos, no sirve especular. Será a todo o nada. Un gol de diferencia es poco: vamos a tener que tratar de hacer un gol para jugar más tranquilos", resume el pensamiento general Mauricio Pellegrino, el entrenador. Un gol, es la consigna. Sorprender, es la certeza. El semblante es el de un plantel listo para reescribir la historia.
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