Independiente Medellín, un rival descansado y con una actualidad prometedora
Es puntero en el torneo de Colombia y tuvo casi una semana para preparar el debut de mañana ante River, al que enfrentó hace 50 años
MEDELLÍN.- En abril de 1967, el presidente de Colombia era Carlos Lleras Restrepo, del Partido Liberal; Gabriel García Márquez todavía no había publicado "Cien años de soledad"; Pablo Escobar era tan solo un estudiante de 17 años en el liceo Lucrecio Jaramillo Vélez de Medellín, y el club Deportivo Independiente Medellín se encontraba disputando su primera participación en la Copa Libertadores, compartiendo el Grupo 2 de la primera etapa con River. Ahora, 50 años después, volverán a verse las caras luego de aquel histórico año para los colombianos.
El primer duelo se jugó el 5 de abril y el Millonario se llevó el triunfo como visitante por 1-0, con gol de Oscar Mas. Luego, ganó 6-2 el 20 de abril con tripletes de Daniel Onega y el propio Mas. Finalmente, se terminaron clasificando Racing -fue campeón- y River, dejando de lado al propio DIM, a Independiente Santa Fe y a los bolivianos Bolívar y 31 de Octubre.
La historia avanzó y el elenco paisa no tuvo un gran paso en los torneos continentales: la presente edición de la Libertadores será su séptima participación, y su mejor resultado fue la semifinal del 2003. Pero el presente es esperanzador para el conjunto que desde principios de año dirige el argentino Luis Zubeldía.
En 2016, bajo la conducción técnica de Leonel Álvarez, se quedó con el Torneo Apertura y fue campeón luego de seis años, logrando su sexto campeonato colombiano y la clasificación a la Copa. Luego, en el segundo semestre, culminó quinto en el Torneo Finalización, que ganó Independiente Santa Fe, frente a quien perdió la Supercopa a inicios del 2017: empató 0-0 como local y perdió 1-0 de visitante, en los dos primeros oficiales de Zubeldía como DT.
Pero el arranque del actual campeonato indica viento a favor: es el líder del Apertura, con 22 puntos, producto de siete victorias -lleva cuatro en fila-, un empate y una derrota, que se dio hace seis fechas. Atlético Nacional, su clásico rival, es escolta con 17 unidades y dos partidos menos, por lo que podría superarlo en caso de ganar ambos juegos pendientes.
Además, el DIM llegará descansado para jugar ante River: su último partido fue el jueves pasado, cuando derrotó 4-1 a Deportivo Pasto por la novena jornada del torneo. Dos de los tantos los marcó Juan Fernando Quintero, uno de los líderes futbolísticos. A los 24 años, el volante creativo zurdo lleva la camiseta número 10 y en su espalda tiene cuatro temporadas en Europa, con pasos por Pescara de Italia, Porto de Portugal y Stade Rennais de Francia. Además, ha sido convocado en distintas ocasiones a la Selección Colombia -jugó el Mundial 2014 y el último llamado fue en noviembre de 2015-. En la última convocatoria de José Pekerman, el único del DIM fue el arquero David González, quien atajó los nueve encuentros del torneo, mantuvo tres vallas invictas y recibió ocho goles.
En tanto, en el plantel hay dos delanteros argentinos. Uno es Hernán Hechalar, quien en el país jugó en Belgrano de Córdoba, Juventud Antoniana y Unión de Mar del Plata. Llegó en 2015 y lleva 28 goles en 114 partidos -en el presente torneo marcó uno en nueve juegos-. El otro es Valentín Viola, ex Racing y Sporting de Portugal, entre otros. Se unió al equipo de Medellín para la presente temporada y suma tres goles en seis partidos. Eso sí: llegará con lo justo al duelo ante River: recientemente fue dado de alta tras un desgarro en el isquiotibial de su pierna izquierda, por lo que su presencia es una incógnita.
Medellín ya recibió al club de Núñez, que se instaló en el Hotel San Fernando bien entrada la noche, tras un lunes destemplado y lluvioso. Hoy, ambos equipos ultimarán detalles de cara al duelo que se jugará mañana, a las 21 (hora argentina). A pesar de que el camino de la Libertadores no tiene al DIM como un actor central, su presente prometedor ilusiona a los hinchas, que sueñan con poder hacer historia ante un rival de lujo que intentará aguarle la fiesta.