Independiente recuperó la sonrisa con un gol desde la mitad de la cancha
Superó 3 a 1 a Banfield en el Sur con tantos de Silvera, Gracián -desde 50 metros- y Núñez; había igualado Ramírez; los Rojos volvieron a ganar tras dos partidos; el arquero Gabbarini fue otra vez determinante
Independiente no ha bajado los brazos. Las dos derrotas en cadena que pusieron en duda su protagonismo en el torneo Clausura ya es una anécdota sumergida en el olvido. Volvieron los Rojos. Volvieron a festejar. Fue en una noche de sábado, en el Sur, ante Banfield. Sí, ganó Independiente, con un gol rocambolesco de Leandro Gracián.
Cuando el partido parecía que entraba en otra fase, Gracián le dio el gol del triunfo a Independiente, que quedó como puntero junto a Estudiantes. El tanto del Tano fue casi inverosímil: ni bien empató Banfield, Gracián remató desde mitad de cancha y marcó el 2 a 1. Y en el tercer minuto del descuento, Leonel Núñez selló el 3 a 1 final.
Pero antes del golazo extraordinario del ex Boca, hubo una historia en la que ambos equipos se sacaron chispas. A los 21 minutos del primer tiempo, Silvera abrió el marcador tras una falla defensiva de Banfield. El Cuqui volvió a anotar después de seis partidos.
El empate de Ramírez llegó 15 minutos más tarde, con un remate a la carrera que se le hizo imposible para Gabbarini. Aunque el arquero de Independiente, como ya es habitual, tuvo otra jornada para destacar. La mejor de sus atajadas fue un cabezazo a James Rodríguez, cuando los Rojos ganaban 1 a 0.
Banfield no pudo ni siquiera celebrar el gol de Ramírez. Apenas unos segundos después, desde la mitad de la cancha, Gracián sorprendió a todos con su remate recto y directo. Los jugadores del local protestaron en vano, argumentando que nadie le había habilitado la pelota al volante. No fue así: Silvera tocó la pelota, sútil, para que Gracián disparara un tiro que le devolvió a Independiente el entusiasmo que había extraviado.
LA NACION