El torneo Clausura. Independiente tocó fondo con otra derrota que desnudó sus carencias
Los Rojos, otra vez presa de los nervios, cayeron ante Godoy Cruz por 2-0, con goles de Torresi -de penal- y de Villar, y profundizaron su crisis La ficha del partido
Este torneo se volvió un sufrimiento continuo para Independiente. Cada partido le plantea requerimientos pesados, una atmósfera densa y nulo margen para el disfrute. Sale de una frustración y entra en otra; se hunde sin solución y dilata indefinidamente el momento de su hipotético resurgimiento. La derrota 2-0 ante Godoy Cruz es otro golpe profundo, tanto o más hiriente que el 4-1 que le asestó Gimnasia (LP) en la fecha anterior, y un mazazo indigerible para el proceso de Burruchaga.
Esa necesidad múltiple que cargaba el equipo de Avellaneda se tradujo en apuro, impulso de resolver las cosas con vértigo puro. Semejante dinámica ambientó un comienzo con mucho ritmo, en el que los mendocinos se vieron desbordados por la continua aceleración de los Rojos, cuyo mayor recurso en ataque pasaba por lo que producía Montenegro. También Denis y Moreno intentaban aportar despliegue y movilidad, pero como al equipo no lo asistía una creatividad suficiente como para perforar la defensa de Godoy Cruz, el remate desde la media y la larga distancia se volvió por entonces su herramienta más frecuente.
Especialmente por parte del inquieto Montenegro, que probó dos o tres veces desde lejos al arquero Torrico. Pero había nervios en el equipo de Burruchaga, que no jugaba bien. Tampoco lo hacía Godoy Cruz, que se sentía con menos responsabilidades y asumió una postura de estudio en el comienzo. Tras superar esa primera parte de cierto apremio, los mendocinos se tranquilizaron y mostraron lo mejor que tienen: gusto por hacer circular el balón a ras del piso, un circuito de toque prolijo y criterio para ocupar espacios vacíos. A ese menú le faltaría potencia ofensiva para volverse importante, pero aunque Poy es rápido, Miranda casi no se notaba en el área local.
La llegada más clara de la etapa la originó Independiente: en un tiro libre ensayado, Montenegro tocó para Denis, que remató bajo; hubo un rebote y Pusineri estaba para definir, pero increíblemente no pudo. Una escapada de Poy por la derecha, culminada con un remate que bloqueó Ustari, fue lo mejor que hizo en ataque Godoy Cruz.
Después llegó el infaltable tiempo para el derrumbe de Independiente. La prolijidad mendocina se volvió profunda de golpe. Machín le cometió un penal a Pérez, que Torresi transformó en el 1-0. El segundo cachetazo llegó con una muy buena jugada de Villar y con los Rojos ya en estado de desesperación, estupefactos. El ambiente se caldeó, una piedra buscó al árbitro Collado y hasta hubo lágrimas en las tribunas. Todo como para ilustrar la dimensión que hoy cobra la crisis de Independiente.
EL DATO I
La extraña escasez de gol de Daniel Montenegro
Daniel Montenegro aún no anotó en el Clausura; curiosamente, en el Apertura último fue el goleador de Independiente, con 10 tantos.
EL INCIDENTE
Una escaramuza entre un periodista y un hincha
Al ver al periodista Walter Nelson (TyC Sports), un hincha le gritó "antifútbol"; hubo una discusión y algunos golpes, hasta que fueron separados.
EL DATO II
Primer triunfo fuera de casa en la temporada
Godoy Cruz ganó por primera vez como visitante en la temporada: no lo logró en el Apertura ni en los cuatro partidos previos del Clausura.
lanacionar