Javier Pinola, a fondo: la Selección, las diferencias entre la vida en Alemania y la Argentina y el día a día fuera del fútbol
Pese a que sabe que debe mejorar su rendimiento, el defensor todavía sueña con la posibilidad de jugar el Mundial y destaca el trabajo del cuerpo técnico actual; además, sus gustos literarios y su vida diferente desde que volvió de Europa
Mientras sostiene una pelota en su mano, Javier Pinola enfoca su mirada en el césped de la cancha principal del River Camp de Ezeiza y se mueve muy poco mientras charla con LA NACION sentado en el banco de suplentes. Ni el calor ni los mosquitos ni las personas que pasan cerca lo desenfocan cuando se concentra para dar su opinión. Quizás, tras más de media hora a puro concepto futbolístico y humano, recién esboza una sonrisa junto a una carcajada cuando compara los tiempos de su vida en Alemania con la que tiene ahora en la Argentina.
Además, apunta a los "vende humo" que opinan que Messi no debería jugar en la Selección , cuenta que todavía sueña con el Mundial aunque sabe que tiene que mejorar y explica por qué no se sentía valorado durante sus diez años en el Nürnberg alemán. Aquí, la entrevista completa.
-¿Cómo sos en el día a día?
-Mi vida es muy tranquila, soy muy casero. En Alemania salíamos a comer o dábamos una vuelta a la tarde porque los chicos salían al mediodía del colegio y después hacían sus actividades. En un momento creía que no tenía tiempo allá, hasta que llegué acá (risas). Trato de disfrutar cada entrenamiento y programar cuando se puede alguna juntada con amigos o comida con la familia. Pero el tiempo no alcanza: los chicos salen a las 4 del colegio, meriendan, hacen la tarea, van a sus actividades, se pasó el día y hay que acostarse. Acá en Buenos Aires los traslados son eternos, no podés planificar nada. Es muy complicado, en Rosario era todo más tranquilo y tenía más vida social. Pero siempre me encantó estar en mi casa, recibir gente, amigos de mis nenes.
-¿Te dicen algo los amigos de tus hijos?
-Los primeros meses se asombran, te ven como una figura pública, ja (risas). Yo soy una persona simple, fuera de este ámbito, pese a que me cuido mucho porque soy jugador de River, cuando voy a la escuela, soy el padre de mis nenes. No soy el jugador de fútbol. Trato de ser lo más normal posible porque soy un padre y trato de sociabilizar. Hay que estar siempre bien predispuesto aún en los malos momentos o en los días que te levantaste al revés. Si tenés un día malo, quizás lo mejor es evitar ciertos lugares, porque podés llegar a caer mal ante el pedido de una foto o un autógrafo.
-¿Mirás algo de televisión? ¿Lees?
-Si miro televisión, no miro programas de fútbol. Ahora empecé el curso de técnico otra vez que lo había dejado cuando volví de Rosario. Pero trato de leer, me gustan las historias verídicas, y después libros de motivación. Ahora estoy leyendo uno de Alex Ferguson. No estoy todo el día leyendo porque no me alcanza el tiempo, pero me gusta antes de irme a dormir o en la concentración.
-¿Soñás con ir al Mundial?
-Sí, y siempre voy a soñar como lo hacía en su momento cuando no figuraba. Pero sé que tengo que dar más de mí y llegar al máximo nivel para contar con otra chance.
-Decís “no figuraba”, ¿se te cruzaba por la cabeza en Alemania que no eras valorado?
-Sí, no me sentí valorado. Pero también puedo justificarlo con que no se le daba tanta importancia al fútbol alemán y no se lo transmitía mucho. Recién arrancó cuando Bayer Múnich y Borussia Dortmund llegaron a la final de la Champions y ahí dijeron todos: “oh, miren al fútbol alemán”. Desde que yo llegué en 2005, en 2006 fue el Mundial allá e hicieron un cambio enorme. Hace poco lo valoran acá.
-¿Cómo ves a la Selección?
-Fue un proceso difícil, pero por la forma de trabajo que vi de este cuerpo técnico, sin hacer comparaciones, lo hacen muy bien y creo que les va a ir bien. Vamos a pelear el Mundial.
-Se habla mucho de la Messi dependencia, ¿qué opinión tenés?
-Si tenés al mejor jugador del mundo, cómo no hacer que se sienta importante. Es lógico. Después, queda en el cuerpo técnico tratar de aprovechar a Messi y a todos lo que juegan alrededor de la mejor manera. Lógicamente, un rival que vaya a jugar con la Argentina, va a marcar a Messi. Ahí salen a jugar los otros: cómo aprovechar a Leo como imán para dejar liberados a los demás. El que se quiere hacer el superado, diciendo que hay que jugar sin Messi, es puro humo. Nadie podría querer no depender de él.
Más leídas de Fútbol
En Chile. A qué hora juega Coquimbo Unido vs. Racing, por la Copa Sudamericana 2024
Complicado en la Copa. Se fue Insua, llegó Romagnoli y, por ahora, San Lorenzo es el mismo: derrota de último minuto en Uruguay
¡El codazo de Enzo Pérez! En su cancha y con un jugador más, Estudiantes chocó con Gremio, en una batalla como las de antes