Jorge Almirón sigue en San Lorenzo: lo que dijo de su futuro y los plazos en el club

La mañana en la Ciudad Deportiva de San Lorenzo se vislumbraba tensa, hostil. A la expectativa por lo que diría Jorge Almirón en la conferencia de prensa tras la goleada del último sábado ante Boca se sumaba la presencia de una treintena de hinchas que se acercaron al complejo en busca de "explicaciones" por los malos resultados. No tiene respiro el Ciclón, que lleva 15 partidos sin ganar y se encuentra último en la Superliga. Y en ese contexto, el entrenador confirmó que seguirá en el cargo: "No pensé en irme y tampoco me pongo plazos".

"No hablé después del partido con Boca porque el golpe fue duro. Nunca pensé en irme. Tenemos un partido importante contra Junior por la Copa Libertadores y será importante. La racha adversa es larga, pero se nos viene otra nueva motivación. La cabeza tiene que cambiar rápidamente", expresó Almirón.

La goleada contra Boca hundió todavía más a San Lorenzo en la Superliga y agotó la paciencia de los hinchas azulgranas. El club acumula 15 encuentros sin ganar y se encuentra a uno de los 16 que registra la peor serie histórica del club, la del Metropolitano de 1976. En tanto que Almirón, que asumió en noviembre, registra ocho empates, cuatro derrotas y apenas seis goles a favor. "Si yo pienso en ponerme plazos sería lo mismo que irme del club. No puedo tener eso en mente. Sólo pienso en el partido contra Junior porque queremos hacer una buena Libertadores. Confío en el corazón y en el espíritu de los jugadores para recuperarse, creo en ellos. Hay muchos ejemplos de equipos que estuvieron muchos partidos sin ganar y luego se levantaron. San Lorenzo es un equipo grande, me preparé durante mucho tiempo para llegar acá y todo esto es parte de mi trabajo. Tenía mucha ilusión por estar en esta institución. Estamos sufriendo, pero lo vamos a sacar adelante", sostuvo el DT.

La racha adversa del Ciclón llevó a que varios hinchas -también algunos barras- se acercaran a la Ciudad Deportiva "a pedirle explicaciones" al plantel. Ante las cámaras de televisión varios exhibieron sus carnets de socio. Una vez allí fueron recibidos por varios referentes como Nicolás Blandi, Sebastián Torrico, Fabricio Coloccini y Gonzalo Rodríguez. La derrota en La Boca caló hondo en el espíritu azulgrana. "No hablé después del partido porque el golpe fue realmente duro. Lo que se vio contra Boca fue obvio: fue un equipo muy superior y más en el segundo tiempo. Nos equivocamos en los primeros minutos, hubo un error de concepto en la salida y se hizo todo cuesta arriba. Además no generamos situaciones de gol. Resultó un golpe durísimo. No quedó una buena imagen y cometimos errores que ellos aprovecharon. Pero creo que el partido fue parejo", analizó Almirón.

Si bien el director técnico no lo considera de esa manera, la realidad indica que el cruce contra Junior asoma clave para el futuro del entrenador oriundo de San Miguel. "¿Si el miércoles es ganar como sea o morir con las botas puestas? Son dos frases hechas del fútbol. Hay que jugar bien, y jugar bien implica muchas cosas. ¿Si quiero ganar el miércoles con un gol en el último minuto? Quiero ganar", dijo Almirón. En su primer compromiso en el certamen continental el Ciclón rescató un punto en su visita a Melgar de Perú. "El partido contra Junior será un punto de inflexión. Si logramos ganar vamos a quedar bien encaminados para la clasificación. Entiendo que va a ser un clima hostil en el Nuevo Gasómetro: venimos de perder con Boca por 3-0 y con una mala imagen. Espero que el equipo pueda lucir otro temperamento y no se deje llevar por el ambiente", remarcó el DT.

A estas alturas, la reprobación de los hinchas de Boedo engloba las decisiones del técnico, futbolistas y el accionar de los dirigentes. "Si me toca vivir esto lo asumo como tal. Soy parte del equipo, no me desligo de las responsabilidades. Trato de preparar los partidos y de motivar a los jugadores. Hay personas que se tiran al piso y otras que se levantan. Creo que tenemos que madurar y aprender de los malos momentos. Soy optimista", indicó Almirón.

Al mal desempeño de San Lorenzo se le suman las críticas por las deslucidas tareas de los refuerzos. En este mercado de pases el Ciclón incorporó a diez futbolistas. Lo concreto es que varios de ellos llegaron como segundas o terceras alternativas y todavía no lograron asentarse. "Es cierto que teníamos una lista de refuerzos que no llegaron y después arribaron otros futbolistas. Pero esas son cosas que tengo que hablar con la gente que me contrata, con los directivos. Hoy el equipo que se ve es el que sale a la cancha. Es la realidad. No queda otra que asumir el momento y afrontarlo. Yo sé que los jugadores están sufriendo", dijo el DT.

El encuentro frente a Boca fue uno de los ejes principales en la conferencia de prensa de Almirón. Y en el centro de la escena apareció Fernando Monetti, que ya había sido expulsado contra Defensa y Justicia. En la Bombonera, el arquero pensó salir con un pelotazo largo, pero de manera insólita tomó una mala decisión al darle una patada a Ramón Abila, que intentaba regresar a su campo. "Lo de Monetti fue un error muy grave por el momento que estamos viviendo. Jugábamos en la cancha de Boca y es lógico que te van a ver mediante mil cámaras. El partido estaba terminado y no queríamos sufrir más expulsiones o cosas negativas. Nos faltó templanza adentro de la cancha. Y a pesar de sentirnos humillado en el terreno de juego teníamos que pensar en el partido del miércoles. Ahora voy a evaluar si Fernando va a ser titular contra Junior en la Libertadores", enfatizó Almirón.

Finalmente, el entrenador se refirió a la rabona de Julio Buffarini. La imagen circuló en todos lados. Boca ya tenía definido el partido: ganaba 3 a 0 y transcurrían 41 minutos del segundo tiempo. Fue entonces cuando el ex San Lorenzo decidió enviar un centro al área rival tirando una rabona. Enseguida, tres futbolistas del Ciclón fueron a buscarlo cerca de la línea de cal con algunas patadas y fuertes recriminaciones. "En la final que jugamos entre Lanús y San Lorenzo en la cancha de River, Buffarini se cruzó con Lautaro Acosta. A la jugada siguiente se sumó Maxi Velázquez y Buffarini no habló más. No habló más. Lo atacamos siempre por esa zona y funcionó. Son cosas del fútbol. Creo que ese gesto sirve para explicar un poco lo que pasó con la rabona del otro día", finalizó Almirón.