Juan Amador Sánchez: "El haitiano es un pueblo muy sufrido y maltratado"
Así lo expresó el técnico argentino, quien estuvo, en 2003, dirigiendo a la selección de fútbol del país afectado por el terremoto
Triste, casi sin consuelo, se muestra Juan Amador Sánchez, de 49 años, cuando relata a canchallena.com sus recuerdos y vivencias en las mismas calles de Puerto Príncipe, la capital de Haití, que hoy se encuentran devastadas por el sismo.
"Es escalofriante ver cómo quedaron los lugares donde estuve. [El terremoto] podría haber ocurrido cuando estaba ahí. Me volví de Haití hace unos años porque estalló una guerra civil. Una semana después, pasó la cola de un huracán y murieron más de 2000 haitianos. Lamentablemente están acostumbrados a eso. El haitiano es como que no conoce el peligro porque saben que les puede suceder cualquier cosa. Pero esto es terrible, las imágenes son desoladoras", comenzó su relato el entrenador que dirigió, cerca de ocho meses, a la selección caribeña en 2003.
-¿Cómo fue tu experiencia?
- Fue una experiencia que me marcó para siempre. Uno se puede imaginar cómo es determinado lugar, pero cuando llegué me costó entender cómo hacía esa gente para vivir así y por qué tenían que vivir de ese modo. Luego del nacimiento de mis hijos, fue la experiencia más importante de mi vida.
-¿Qué te habían contado y con qué te encontraste?
-Sabía que iba a un país pobre, pero nunca había imaginado cómo estaba Haití. Recuerdo que me metí en Internet y no encontré nada. No había información. Cuando llegué, me topé con un panorama muy duro. Después me acomodé y fui viviendo un montón de cosas que me dejaron una enseñanza fuerte. Uno a veces se queja de tantas cosas… pero cuando estás ahí te das cuenta que no tienen importancia, en comparación con esa gente, que no tiene absolutamente nada y vive de la forma en que vive. Allá se dedican a lo que pueden. Por ejemplo, traían cosas de Panamá que tiene puerto libre, y bagayean. Vendían lo que podían. No tenían actividad social. Es el país más pobre de América y creo que el tercero en el mundo. No tienen otra alternativa.
-¿Cómo era un día tuyo allá?
- Entrenábamos a las 6 de la mañana y terminábamos a las 9.30 porque a esa hora ya había 40 grados de temperatura. Se hacía insoportable. Las condiciones eran muy precarias. A las 19, por ejemplo, te cortan la luz hasta el otro día. Como no hay energía, tampoco funcionan los ventiladores. Sólo usa aire [acondicionado] quien tiene grupo electrógeno y muy pocas casas tienen un equipo así. Eso te aísla de todo porque no podés ver televisión y sólo podés acceder a Internet hasta el [horario del] corte. Se hacía difícil la vida. No había un café, un bar. Nuestra única salida nuestra era ir a una estación de servicio a comer una baguette de jamón y queso con una cerveza. A pesar de eso, fue una experiencia positiva.
-¿Por qué?
- Agradezco a Dios haber estado ahí. Por algo me tocó estar ahí. Fue una enseñanza para toda la vida. Lo que yo viví no me lo puede explicar nadie. Esto que se está viviendo ahora es terrible. El haitiano viene de la esclavitud, de dictaduras militares. Es un pueblo muy sufrido y muy mal tratado. Cuando llegamos hicimos todo lo contrario. Los alentábamos, les hablábamos cuando un jugador se equivocaba en un partido. Los ayudábamos con el tema de la comida, en los viajes, porque siempre jugábamos afuera por la pobreza que hay. No tienen dinero para comer, imaginate llevar un equipo a jugar allá era imposible. La gente era muy agradecida y respetuosa. El día que volvíamos, fueron todos los jugadores cada uno con un regalito pidiendo que no nos fuéramos. Verlos llorar te emocionaba. Nos vinimos porque el próximo partido lo teníamos en 9 meses y era muy duro vivir allá. Nos trataron de maravilla. La cuenta pendiente es ir algún día con mis tres hijos para mostrarles cómo vivió el padre y que vean cómo viven algunas personas en el 2010.
-¿Dónde vivías?
- Estábamos en Petion Ville, un barrio de Puerto Príncipe, que está en la parte más alta de la ciudad. Es un cerro donde vive el 2% de la población. Es la gente que más o menos tiene algún poder económico. Allí viven un poco mejor porque no los castigan tanto las tormentas que allá son muy comunes. Los que sufren mucho son los que viven en la parte baja con el lodo que viene de la montaña y hace desastres. Es una zona de grandes tormentas. No están preparados para eso como en otras partes que, quizás, en un par de meses, reparan los daños. Las viviendas son muy precarias, por ejemplo no tienen vidrios. Una garrafa era carísima.
-¿Por qué decidieron vivir en Puerto Príncipe teniendo la oportunidad de vivir en Miami como hacen todos los técnicos extranjeros?
- Porque somos dos locos [por él y Pablo Erbín, su ayudante de campo]. Nos mostraron la casa que nos ofrecían y decidimos quedarnos ahí. Y no me arrepiento. Eso nos daba la posibilidad de ver a los jugadores, de ir a la cancha. Entrenábamos de lunes a miércoles porque después había que liberar a los jugadores para que vayan a sus clubes. Los jueves y viernes descansábamos y los fines de semana íbamos a ver los partidos de la Liga.
-¿Qué diferencias había con respecto al fútbol argentino?
-Más allá del nivel del juego y los escasos recursos económicos con los que cuentan los equipos, por ejemplo, en un partido que se jugaba en una cancha que no tenía alambrado olímpico, estaba toda la gente escuchando la charla técnica de los equipos dentro del campo de juego rodeando a los jugadores y cuando el árbitro tocaba el silbato, los hinchas salían inmediatamente. Eso es algo impensado en la Argentina. También recuerdo que en las canchas había un calabozo [para detener allí] a los que hacían algún disturbio y los liberaban [una vez finalizado el encuentro].
La charla llega a su fin, pero los recuerdos siguen brotando en la memoria de Sánchez, quien comparte una última anécdota: "Un día vimos que en una estación de servicio había mucha gente, alrededor de 200 personas y pensamos que pasaba algo. Cuando nos acercamos, descubrimos que eran chicos que utilizaban la luz del grupo electrógeno de la estación para hacer las tareas del colegio".
¿Quién es Juan Amador Sánchez?
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