La reivindicación de Armani: sostuvo a River con un mano a mano clave y le dio aire para la clasificación a la final

Si a Franco Armani lo había acompañado un coro quejoso en el partido de ida por su cuota de responsabilidad en el cabezazo de Michel, la reivindicación fue inmediata. La victoria de River en Porto Alegre comenzó desde su arquero, cuando en el tercio final del partido, con los millonarios en desventaja, Armani le tapó un mano a mano a Everton. Mantuvo al equipo de Gallardo en el partido, le permitió creer. El colombiano Borré empató y el penal de ‘Pity’ Martínez desató una fiesta que el N°1 propicio con su enorme atajada.

Armani volvió a demostrar su jerarquía de arquero decisivo, de contadas intervenciones pero vitales. River necesitaba sostén y el arquero respondió. Por segunda vez en su carrera, Armani estará en la final de la Libertadores: en 2016 la ganó con Atlético Nacional de Medellín ante Independiente del Valle, de Ecuador.

La aparición ante Everton disparó el recuerdo al Mundial de Rusia, la tarde del debut de Armani en una Copa del Mundo. La selección, obligada a ganar, empataba 1-1 con Nigeria en la última fecha del grupo y se quedaba afuera de los octavos de final. En el minuto 82, entre su muslo y brazo derechos detuvieron el remate del atacante Odion Ighalo. Para sostener a la Argentina, que en el descuento conseguiría el agónico triunfo con el derechazo de Marcos Rojo. De San Petersburgo a Porto Alegre, Armani lo hizo de nuevo.