Lanús-San Lorenzo, Superliga: el Ciclón ganó 2-0 y se acomodó en el tercer puesto
San Lorenzo no puede permitírselo. Mientras en su cabeza todavía da vueltas el hecho de ser el único de los equipos grandes que no disputa la Copa Libertadores, está vivo el afán de revancha por lo que no pudo ser este año. Alejado ya de la disputa de la Superliga, el Ciclón tiene por delante una recta final de torneo bastante especial. Serán días intensos, pero lindos para la entidad de Boedo: durante las próximas dos semanas afrontará una seguidilla que servirá para situarlo de cara al futuro.
El 2-0 de San Lorenzo frente a Lanús sirvió para direccionar sus objetivos en un abril que asoma recargado para la mayoría de los equipos porque a la Superliga le añaden su presencia en alguna de las competencias internacionales. Para el Ciclón no es la excepción. Desde anoche y durante los próximos 14 días se juega todas sus cartas: el posible ingreso a la Copa Libertadores 2019 y el cruce de ida en la Sudamericana contra Atlético Mineiro (11 de abril, en el Bajo Flores). Por el campeonato doméstico, San Lorenzo se medirá el próximo miércoles con Independiente (partido pendiente de la 15ª fecha), luego recibirá a Godoy Cruz y después visitará a Vélez. Dos semanas clave en las aspiraciones de los azulgranas en este semestre.
El golazo de Blandi
#TNTSports | Vemos de nuevo la jugada completa del golazo de Blandi #Lanús?? #SanLorenzopic.twitter.com/bhyYGMUyMB&— TNT Sports LA (@TNTSportsLA) 2 de abril de 2018
En una reciente entrevista con la nacion, el presidente del Ciclón, Matías Lammens, fue tajante en dos conceptos. Uno, basado en la paciencia. "Si en un campeonato nos toca quedar terceros o cuartos no tenemos que vivirlo como el fin del mundo". Otro, porque en lo inmediato San Lorenzo se juega mucho en lo económico. "Nosotros no hicimos ninguna locura en cuanto a los refuerzos porque no nos clasificamos a la Libertadores, lo que significó que tengamos dos millones y medio de dólares menos". Mensajes claros en una época de transición.
También pone demasiado en juego Claudio Biaggio en el sprint que se aproxima. Si bien firmó recientemente un contrato por un año, los simpatizantes lo tienen bajo la lupa. De los equipos que batallan arriba, San Lorenzo fue el que volvió más desmejorado tras el receso. Lo confirmaban los resultados y sus producciones adentro del terreno de juego. Le costó hacer pie en la mayoría de sus partidos y se alejó de la cima. Es por eso que su mirada cambió de objetivo: de quedar a tiro de Boca el enfoque viró hacia la clasificación al máximo certamen continental. Lógicamente, algo que también es valioso para una entidad que se había acostumbrado a disputar la Libertadores.
Ayer, la mayor virtud que exhibió el Ciclón en la celebración de su cumpleaños número 110 resultó el atrevimiento de Nahuel Barrios y Nicolás Reniero. Sin el talentoso Fernando Belluschi y carente de sorpresa, el norte no aparece para el equipo azulgrana en cuanto al juego. El conjunto dirigido por Biaggio baja las revoluciones demasiado rápido en el medio campo. Por momentos, da toda la sensación de estar aguardando respuestas en un horizonte que lejos está de presentársele diáfano. Lo mejor se observó en el primer gol, tras una gran maniobra en tres cuartos de la cancha que finalizó con un golazo de tijera de Nicolás Blandi, a los 42 minutos del primer tiempo.
#TNTSports | Reniero manejó la contra de San Lorenzo y tras un centro de Gudiño la pelota se desvió en Pasquini para superar al arquero Andrada. ¿Gol de Gudiño o de Pasquini en contra? #Lanús?? #SanLorenzopic.twitter.com/7V6k9kQ6tN&— TNT Sports LA (@TNTSportsLA) 2 de abril de 2018
En la segunda etapa y apostando al contraataque, el Ciclón logró torcerle la mano a un adversario que en la primera parte le hizo bastante fuerza con salidas rápidas y punzantes por las bandas y que además abría grietas con velocidad y decisión para encarar.
Es difícil decir que un plantel puede quedarse tranquilo después de una derrota. Sin embargo, el momento de transición y recambio generacional de futbolistas de Lanús no le quitó actitud a un conjunto que no mereció irse derrotado. Y su gente, al menos, lo valoró con aplausos.
Todo sirve, dicen por ahí. Incluso ganar sin jugar bien. No es poco para un San Lorenzo que en un abrir y cerrar de ojos tendrá que dilucidar su futuro inmediato.
El segundo de San Lorenzo