Liverpool dio la nota en Alemania, venció a Leipzig por la Champions League, y se lo dedicaron a Klopp
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Liverpool estaba de capa caída. Vencido, derrotado, sin energía. Perdido. Sumaba tres derrotas seguidas en la Premier League, lo que lo hizo descender al puesto sexto del torneo, del que es el campeón vigente. Lejos de Manchester City, lejos de todo: ni siquiera está en puestos de la Champions League futura. Brillante en el pasado, no se le caía una idea ahora mismo. Hasta que surgió su espíritu copero en toda su dimensión. Justo en Alemania, la nación de Jürgen Klopp, que vive un drama personal.
Golpeado en su vida y dolido por su profesión, el alemán fue agasajado por su equipo, que dio una lección de efectividad en el triunfo por 2 a 0 sobre Leipzig. Salah y Mané aprovecharon los despistes defensivos del equipo alemán; ellos y el resto, le dedicaron el triunfo al entrenador, que sufre todos los días por el fallecimiento de su madre Elisabeth en enero pasado debido al coronavirus y a cuyo funeral no pudo ir debido a las restricciones en Alemania por la pandemia del Covid-19. Las secuelas permanecen.
"Estoy bien, no necesito un descanso. Todo el mundo sabe que recientemente pasé por momentos difíciles a nivel privado, pero no fueron solo estas últimas tres semanas, esto pasaba desde hace mucho tiempo", advirtió el DT, que se muestra sin la alegría que lo caracteriza.
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"Estoy lleno de energía. Nadie tiene que preocuparse por mí", comentó y agradeció a los fanáticos por una pancarta de apoyo en el exterior de Anfield con la leyenda ‘Jürgen Klopp YNWA’, las siglas de ‘You’ll never walk alone’ (nunca caminarás solo), el himno del Liverpool.
En su paso por Alemania, Liverpool dio una imagen rejuvenecida, vital, en el primer encuentro por los octavos de final de la Champions League. "Somos el Liverpool. Nadie está contento de vernos sextos con solo 40 puntos, nuestros últimos resultados no han sido buenos, pero estamos trabajando y tenemos que mantener el rumbo. Veo esta situación como un desafío interesante, vamos a salir de esto, jugando un buen fútbol. Estando más unidos, aprendiendo más de lo que hemos aprendido en temporadas anteriores. Es un gran desafío, pero estoy listo, los muchachos están listos y vamos a dar el máximo para salir adelante", había contado.
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Hasta Pep Guardiola, un clásico adversario, analizó el momento de Liverpool... y de Klopp, con una interesante filosofía: hay que saber perder. "Lo que ha conseguido en el mundo del fútbol es excepcional, su filosofía hace el fútbol atractivo para todos los espectadores. Todos tenemos buenos y malos momentos. Ningún entrenador puede aguantar temporadas y temporadas ganando, sería aburrido. A veces hay que perder un poco, a veces es bueno perder para darse cuenta de lo difícil que son las cosas. Así, luego ganan valor. Todos vamos a dejarnos puntos, por supuesto, ese momento es en el que quiero ver una reacción por nuestra parte", declaró.
Hoy, Liverpool volvió a parecerse a Liverpool. Al menos, dio un paso enorme.
LA NACION