Lesiones, bajos rendimientos y poco 'feeling' con Tevez: los puntos que generan preocupación en Boca
BARRANQUILLA.– Boca ya piensa los próximos pasos. Y si bien en la agenda a corto plazo aparecen los últimos tres partidos de la Superliga –en la cual posiblemente se consagre campeón–, su presente es dominado por varias preocupaciones y, en su cabeza, tiene tatuada una fecha, un horario y dos lugares: 16 de mayo, 19.45, la Bombonera y San Pablo.
Mientras cierra el torneo local con Unión (este domingo), Gimnasia (el miércoles próximo) y Huracán, el 13 de este mes, tacha los días hasta esa jornada trascendental donde definirá su futuro en la Copa Libertadores , y en la cual además de lo que realice frente a Alianza Lima dependerá de la ayuda que le pueda dar Palmeiras ante Junior.
La realidad exhibe motivos de preocupación en la entidad de la Ribera. Algo evidente es que hace tiempo que Boca no juega bien. Escudarse en los más de 500 días puntero en el plano local es como esconder la basura debajo de la alfombra. Lo cierto es que no funcionan las sociedades en la ofensiva, el incansable Pavón desborda pero no encuentra compinche en el centrodelantero de turno, todos se quejan de que Tevez no juega en "su posición habitual" y nadie explica con claridad cuál es ese sector del campo de juego; Cardona se lesionó, pero volvió sin chispa y prácticamente no patea al arco. Jara decayó su nivel en las últimas semanas y Rossi ofrece dudas en la etapa más trascendental del semestre.
La historieta que se tejió alrededor de Wilmar Barrios resume el desconcierto. Desde la misma delegación de Boca en Barranquilla dejaron trascender que el volante no quería jugar y que se estaba cuidando para no perderse el Mundial. El rumor se viralizó enseguida, el propio Wilmar hizo una declaración inexplicable ("Voy a ver si estoy en condiciones de jugar o no") que potenció todo y desde el cuerpo técnico dejaron en claro que el futbolista tenía el alta y estaba en condiciones de decir presente en el Metropolitano, cosa que hizo con su habitual entrega. Demasiada neblina. Un boomerang que desgastó y despertó fantasmas en un momento donde las energías deberían haberse enfocado solo en la clasificación.
Se sabe también que, como se preveía, el arribo de Tevez rompió el clima zen que reinó en el vestuario de Boca durante su ausencia en 2017. La relación no es mala, pero el grupo cambió desde su llegada. El matrimonio por conveniencia con el DT solo se sostiene por los resultados. Y el Apache aporta ganas, pero los 34 años le pasan factura cada semana.
Pero también hay optimismo. El cuerpo técnico y el plantel saben que si finalmente logran acceder a los octavos de final, la historia será otra. Para agosto estarán recuperados Paolo Goltz, Fernando Gago y Darío Benedetto, pilares de la columna vertebral azul y oro. Además, habrá un nuevo mercado de pases en el medio, que podrá corregir la falta de reacción en épocas anteriores e incorporar refuerzos, en todo el esplendor de esa palabra.
"Ahora hay que tratar de clasificar y luego ver cómo armar algo digno para lo que viene", comentó por lo bajo un directivo de la mesa chica del club, después del 1-1 con Junior.
A la vez, resulta un milagro que después de haber ganado apenas uno de los cinco partidos del grupo, el conjunto de la Ribera tenga chances de meterse entre los 16 mejores de América. Hasta aquí derrotó a Junior de local (1-0), perdió con Palmeiras en la Bombonera (2-0) e igualó en sus tres excursiones al exterior (0-0 con Alianza Lima, quizás los dos puntos perdidos que más se lamentan hoy, y los dos 1-1, en San Pablo y en Barranquilla). Hubo dos casos recientes de clubes argentinos en una situación similar y que luego terminaron alzando la Copa: San Lorenzo en 2014 y River, en 2015.
La lectura de la última fecha varía de acuerdo a la óptica con la que se lo mire. Si bien es cierto que Boca iniciará esa jornada en el tercer puesto y fuera de la clasificación a octavos, dependerá en gran medida de lo que haga Junior en San Pablo. Si los de Barranquilla pierden, a Boca le alcanzará con un empate para lograr el ticket por diferencia de gol. Si los conducidos por Comesaña empatan, los xeneizes tendrán la obligación de ganar. En cambio, un triunfo del albirrojo en suelo brasileño decretará la eliminación de los de la Ribera.
No son días de alegría para Boca. Todos daban por descontado que para esta fecha ya estaban metidos en los octavos de final de la Copa y ya eran campeones de la Superliga. No se dio y hay preocupación, pero al mismo tiempo la confianza se mantiene, con la extraña dicotomía entre temer ante la posibilidad concreta de quedarse afuera en la etapa de grupos y la gran ilusión de cerrar el año conquistando otra vez América.
Entradas populares con filtro en la Bombonera
Por una medida del Comité de Prevención para Eventos Deportivos del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, la venta de entradas generales para el partido entre Boca y Unión tendrá un filtro: la medida es que cada hincha que quiera una localidad haya concurrido, al menos, en cuatro de los últimos siete partidos que Boca haya jugado en condición de local. Para los abonados y los socios vitalicios no regirá tal medida.
Angelici, el futuro, los Mellizos y Palmeiras
El presidente Daniel Angelici habló en un momento difícil de Boca. "La evaluación de Guillermo la haremos en diciembre. Tiene contrato hasta entonces [...] Confío en Palmeiras. Los equipos son profesionales, tanto en la Argentina como en Brasil. Nadie va a arriesgar su prestigio [...] Les doy todo mi apoyo al cuerpo técnico y al plantel. A mitad de año habrá que analizar qué jugadores deben salir y cuáles deben llegar", dijo en ESPN.
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