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Si bien en el estadio Defensores del Chaco estuvo la barra brava de Boca y se hizo notar con banderas e instrumentos, faltaron sus dos jefes máximos, Rafael Di Zeo y Mauro Martín, y otros 13 integrantes, que no fueron autorizados a ingresar a Paraguay.
El Ministerio de Seguridad argentino y el Ministerio del Interior paraguayo no les permitieron el paso en el puente San Ignacio de Loyola, que une Clorinda (Formosa) con Asunción, la ciudad donde jugaron Libertad y Boca.
Personal del Ministerio de Seguridad, Gendarmería Nacional y la policía formoseña revisaron diez ómnibus y automóviles en los que se trasladaban los hinchas violentos argentinos e informaron la prohibición a Di Zeo y Martín y a 13 sujetos que figuraban impedidos de asistir a los estadios por derecho a admisión, a raíz de un acuerdo entre la Dirección de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos nacional y el viceministro del Interior de Paraguay, Hugo Sosa Pasmor.
Los controles no se restringieron a la barra brava, a la que le secuestraron un gran número de bebidas alcohólicas; más de 5000 personas fueron analizadas en total.