Máxima tensión: un equipo en alerta
Mientras los hinchas exigen un éxito ante São Caetano, pasado mañana, en Brasil, un grupo se tomó a golpes de puño con Ríos y Giménez
Independiente vive días de nerviosismo absoluto. La agónica victoria de anteanoche ante Rosario Central por 3 a 2 descomprimió un poco los ánimos, aunque el clima enrarecido aún se percibe por cada esquina de Avellaneda. El equipo dirigido por José Pastoriza afrontará pasado mañana, en Brasil, un encuentro crucial en su relación con la gente.
El partido ante São Caetano, por el repechaje de la Copa Libertadores, será una marca indeleble: delirio o frustración. No quedará lugar para las sensaciones intermedias. Así lo remarcó la hinchada antes y durante el cotejo con los rosarinos; así lo manifestó después un grupo que se tomó a golpes de puño con los futbolistas Leonel Ríos, Christian Giménez y Maximiliano Ayala, en la salida de los vestuarios. Así vive Independiente...
Sobre el filo de la medianoche, cuandos las últimas luces se apagaban en el estadio de la doble visera, se vivió el episodio final de una noche agitada. Un par de hinchas insultó al padre de Ríos; mientras otro grupo le pedía más actitud a Ayala, Ríos reaccionó y, junto con Giménez, cruzó varios golpes con los simpatizantes.
El arquero Carlos Navarro Montoya finalizó abruptamente su charla con la prensa y fue en ayuda de sus compañeros. Ya todo había vuelto a la calma gracias a la intervención de la policía y de otros hinchas pacíficos. No hubo heridos ni detenidos.
Se pide calma a cada paso. "Esto no puede suceder. Me da mucha bronca porque siempre pongo h... Pero tengo en claro que esto pasa porque todavía no firmé el contrato. Habrá que ver quiénes los mandan...", afirmó Ríos, en declaraciones radiales. "Los insultos duelen, pero yo trato de no escucharlos, al igual que los aplausos. La gente tiene que saber que siempre dejamos todo en beneficio del equipo. Aunque a veces las cosas no salen como estaban planeadas...", comentó el mediocampista Hernán Losada.
Giménez, que no se refirió en forma directa al incidente, comentó: "Los reproches y los insultos no hacen más que perjudicarnos. Necesitamos el aliento. Nosotros, al igual que los hinchas, sólo queremos el bien de Independiente".
La noche había comenzado mal. Los hinchas recibieron al equipo con insultos y amenazas. Una vez consumado el éxito, los reproches se transformaron en aplausos. Como siempre, el péndulo se moverá a partir de los resultados. El día D se acerca para el conjunto de Avellaneda.