Marcelo Gallardo: lo único que desvela al DT de River tras la frustración en el Mundial de Clubes
ABU DHABI, Emiratos Árabes.- Si hubiera podido elegir, Marcelo Gallardo habría preferido quedarse en el bar del hotel Shangri-La, donde se aloja River, y seguir aprovechando el clima zen que le ofrece la espectacular vista directa a la Mezquita Sheikh Zayed, de la piscina sin fin con agua tibia, de los rayos de sol que apenas acarician la piel y no la irritan, y de las confortable sensación de tocar con los pies descalzos una arena que no quema y que está más cerca de la harina que a la áspera arena de las cosas argentinas.
Pero no. Había que cumplir compromisos. Para la FIFA hoy es el día -1, y su traducción es: día de conferencias de prensa. Los cuatro entrenadores de los dos partidos que mañana le bajarán el telón a esta nueva edición del Mundial de Clubes deben dialogar con los medios. Y al Muñeco le tocó el segundo turno. Aparece después del hombre que conduce al rival de mañana, Kashima Antlers, y antes de Santiago Solari, DT del Madrid, a quien le hubiera gustado abrazar en el césped, y antes de una final del mundo, y no tras bambalinas.
En ese escenario, un Marcelo Gallardo menos tenso, y con un semblante lógicamente diferente al que exhibió apenas 60 minutos de caer ante Al Ain por las semifinales, ofreció varios conceptos interesantes, además de anticipar que habrá varios cambios en la formación titular.
Por lo pronto, dejó en claro lo que venía diciendo incluso antes de debutar en estas tierras: separar en dos las cosas. Ponerle un paréntesis a la euforia desatada en Madrid, y enfocarse en el rival árabe. "Tenemos que separarlo en dos. Mañana hay un partido, quizás no el que queríamos jugar, pero tenemos que terminar de la mejor manera. Mañana jugaremos con los futbolistas que están con mayor energía el partido de mañana, y después sí, ahí embarcarnos para volver a Buenos Aires para poder vivir y tratar de disfrutar del gran logro que conseguimos antes de venir acá. Eso es algo que no pudimos hacer, ni disfrutar, salvo con algunos hinchas que fueron a Madrid y nos acompañaron acá. Pero con la gran mayoría recién disfrutaremos el domingo, cuando lleguemos a nuestro país".
El posible recibimiento
Ante la consulta de LA NACION acerca de cómo imagina que será ese recibimiento, y al mismo tiempo si la derrota les permitió comenzar a tomar dimensión de lo obtenido frente a Boca, Gallardo evaluó: "Yo principalmente creo que va a ser muy lindo vivir lo que no hemos podido vivir por todo lo que pasó. Hemos tenido que ir adaptándonos y no pudimos medir la alegría y la felicidad con nuestra gente y nuestros hinchas. Lo que nos llegaba de la Argentina en esos días de conquista de la Libertadores era muy fuerte y no lo vivimos. La gran vivencia la vamos a vivir el domingo en nuestro país. En estos días nuestro gran objetivo era estar en la final y al no poder hacerlo me quedó decirles a los jugadores que trataran de disfrutar lo que estamos viviendo acá. Mañana vamos a jugar con seriedad, pero les dije que se liberen, que traten de disfrutar con las familias, conocer el lugar, y tratar de desenfocarse para seguir viviendo. Y mañana pensaremos en terminar de la mejor manera".
Cuando le pidieron un mensaje para la gente de River, que colmará el domingo el Monumental, el DT dijo: "A la gente le di mi mensaje fue que antes de ir a Madrid. Era que nosotros íbamos a tratar de defenderlos adentro de la cancha e intentar regalarle este triunfo que en definitiva nos va a marcar para la historia, y todos los futbolistas como representantes de esta institución. Poder regalarle esa victoria. Eso lo cumplimos, el hincha está feliz. Nosotros estamos muy felices de haber logrado eso, y a los jugadores agradecerles por el año que vivimos, fue un año largo donde teníamos dos objetivos muy claros. En marzo fue la Supercopa Argentina y fue nuestra, con la victoria frente a Boca en Mendoza, y en el segundo semestre era ganar la Libertadores, con el plus de ganársela a Boca A los jugadores les agradezco. Se mantuvieron fuertes, no se desenfocaron, se mantuvieron derechos y solo puedo retribuirles el cariño y el respeto que les tengo.
Sobre el porcentaje de euforia y de tristeza de la victoria en Madrid y la derrota en Al Ain, el entrenador reconoció: "Es muy difícil medir el porcentaje, más con el resultado puesto. El análisis que uno hace, después de lo que habíamos vivido en Madrid, y focalizar en la competencia y preparar el partido del martes, es que teníamos que ser muy precisos, para salir de la euforia y meternos en el partido. Intentamos hacerlo, lo sentimos en un partido muy raro, con idas y vueltas, y después nos quedamos sin resto físico para resolverlo en el alargue. No busco excusas, no me gusta, felicité al rival. Pero a veces uno cree que con el envión anímico se pueden superar otras cuestiones, y lo vivido en los últimos 40 días nos dio el ejemplo de que fue muy fuerte para preparar este partido. Después de tanta euforia y tanto desgaste mental, lamentablemente no nos alcanzó para meternos en el objetivo de ganar el martes. El esfuerzo fue muy grande".
La subestimación a Al Ain
EL Muñeco también recalcó que siempre respetaron al rival: "De ninguna manera subestimamos al rival. Si alguien estuvo presente en la conferencia previa al partido con Al Ain siempre dije que era un partido muy difícil. Respetamos a todos los rivales y así nos manejamos desde siempre."
Sobre el Kashima, deslizó: "La impresión del equipo al que nos enfrentaremos mañana es la de un equipo con experiencia en esta competencia. No es la primera vez que lo juega. Hace dos años tuvo un gran partido contra Real Madrid, y es un rival que exhibe el crecimiento del fútbol japonés en los últimos años. Su selección es muy respetada y lo demostró en el Mundial de Rusia."
Ante la consulta de un periodista egipcio, Gallardo debió explicarle lo que ocurrió en torno a la segunda final con Boca, y cómo afectó a la preparación del debut aquí: "Nuestra final de Copa Libertadores estaba pactada para el 24 de noviembre. Eso nos daba margen y tiempo para preparar el viaje de otra manera, los festejos de otra manera, y dividir las cosas que podrían haber pasado. Pero lamentablemente lo ocurrido en la final, hizo que los tiempos se acortaran, que haya habido un viaje que en mi opinión fue inoportuno porque la final de la Copa Libertadores de América se debería haber jugado en nuestra cancha. Sucedió lo que sucedió, de Madrid acá y en ese desgaste que tuvimos en esos 40 días, sobre todo desde lo emocional, físico y mental, venir a jugar esta competencia fue complicado. No es nada fácil ganar la Libertadores, y acá no nos alcanzó con el envión anímico, porque necesitas otras cosas para competir, y nos faltó tiempo para poder prepararnos de otra manera."
Por último, Gallardo se disgustó por una pregunta de otro periodista extranjero, sobre un tema que ya había respondido. Pero en el enojo deslizó una frase categórica: "Haber perdido en las semifinales del Mundial de Clubes, que es muy importante y no es nada fácil jugar y es un privilegio hacerlo, fue duro. Pero por cómo se dio esta Copa, la logística, que nos quitaron la localía. Después de todo lo que pasamos, lo que menos me interesa es la derrota con el Al Ain, porque no lo puedo cambiar, y me tengo que aferrar a una victoria histórica para nuestros hinchas, que están muy felices, y nos harán llegar ese cariño por ese gran triunfo."
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