Cuándo un punto es mucho más que un empate: el significado de un resultado histórico para la Argentina
PARÍS .– Momentos. El ingreso a pura felicidad, cantando y bailando en la llegada al coqueto Parc des Princes, la casa del París Saint-Germain. La emoción de Ruth Bravo durante el minuto y medio que se escucha la introducción y la parte final del himno argentino. Es un instante significativo: la canción patria volvió a sonar en un Mundial de fútbol femenino después de doce años en los que las chicas de nuestro país veían la fiesta desde lejos. Los festejos del final, después de que la francesa Stephanie Frappart marcó el centro del campo; el abrazo de Vanina Correa con Agustina Barroso y Aldana Cometti, las tres que le pusieron un candado al arco albiceleste.
Esta selección argentina no olvidará jamás este estreno mundialista. Detrás de cada una de estas chicas hay una historia, una vida. Donde no había nada, se abrieron camino. Ahora están aquí, viviendo y disfrutando una Copa del Mundo de la mejor manera: sintiéndose competitivas, aún con la certeza de cruzarse con rivales superiores. Como Japón, el elegido para el estreno, con antecedentes inquietantes: en esa docena de temporadas que la Argentina estuvo afuera, las asiáticas fueron campeonas del mundo en Alemania 2011 y subcampeonas en Canadá 2015. Una potencia con muchos años de fútbol profesional femenino, de dedicación y contracción al trabajo. Argentina, un equipo creado en menos de dos años, después de mucho tiempo de abandono de las selecciones femeninas, consiguió lo histórico: sumar su primer punto en una Copa del Mundo frente a ese adversario poderoso, con un 0-0 que sabe a gloria, a triunfo.
Es imposible entender el valor de ese empate sin tener en cuenta los contextos y las amplias diferencias de estructura e historia entre un equipo y otro, todo en favor de Japón. "Hay mucho esfuerzo detrás de cada una de las jugadoras. Trabajamos cosas que no se ven, recién ahora en la Argentina está habiendo cambios", explicó Miriam Mayorga, una de las que sostuvo el cero en esa batalla a puro despliegue en la mitad de la cancha.
Así se festeja tu primer punto en una #FIFAWWC!¡Los hinchas de #ARG esperaron a las jugadoras, que se unieron en la cantos!#DareToShime@Argentinapic.twitter.com/bnt3MVvYRJ&— Diego Zandrino, FIFA (@FIFAWWC_ARG) 10 de junio de 2019
Lo primero que hizo el seleccionado argentino fue tomar nota de sus virtudes y defectos, y actuar en consecuencia. Ante un rival con más recursos técnicos, con un juego más dinámico y de jugadoras más veloces, opuso una defensa de acero, tenaz, solidaria en cada sector, duplicando las marcas cuando hacía falta, y sumar ladrillos en el muro mientras Japón tocaba en busca de un resquicio que nunca llegó. Arriba, Jaimes, la delantera de Lyon, el mejor equipo femenino del mundo, fue por muchos minutos la única jugadora argentina en campo rival, debatiéndose en soledad contra tres o cuatro defensoras; por momentos bajó a defender como si fuera una volante más, como muestra del sacrificio necesario para lograr el resultado. Aunque hubiera que dejar la piel y algo más: Cometti, una de las centrales, sufrió la rotura de uno de sus dientes en un choque con Yuika Sugasawa, la potente delantera japonesa.
A esta selección quizá le hubiera gustado jugar a otra cosa. Pero Japón imponía un respeto justificado. "Este resultado nos sirve para afianzarnos. Veníamos con muchas dudas de lo que podíamos encontrarnos en nuestro primer Mundial, y nos tocaba Japón; eran muchos desafíos juntos", consideró Miriam Mayorga. Borrello convenció a las jugadoras y acertó con el planteo táctico, además del mérito de un equipo que puso todo su empeño en cumplirlo de principio a fin. "La Argentina se está iniciando y nos enfrentamos a potencias. No podemos salir a jugarles de igual a igual a estos equipos. Si lo hacíamos, nos iban a lastimar mucho. Este punto es para el fútbol femenino argentino, y el incentivo es que la Argentina empiece a crecer. Es un empujón anímico para la disciplina. Estoy contento por todo, porque fueron disciplinadas, por el resultado. Me voy con eso en el corazón, con la respuesta de las jugadoras", amplió el entrenador que trabaja hace largos años con los seleccionados femeninos de nuestro país.
Hay mucho de reivindicación femenina, por supuesto. "Yo me quedo con la actuación del equipo, pudimos reflejar lo que es la mujer argentina. La actitud, la lucha por la igualdad. Todo eso se reflejó en la cancha", sostuvo Estefanía Banini, capitana por temperamento y por juego, para tomar la pelota en medio de tres o cuatro japonesas y tratar de salir jugando o resolver con un pase, y hasta tirar un par de lujos, pero siempre con la misión de ayudar al equipo. "Festejamos un rato, pero mañana ya nos pondremos a pensar en lo que viene. No nos vamos a quedar con esto, podemos lograr mucho más", afirma Virginia Gómez. Así es como esta selección femenina argentina escribe su propia historia en Francia.
El saludo de "Chiqui" Tapia
El presidente de la AFA publicó en su cuenta de Twitter: "Buen arranque de la Selección Femenina en el Mundial empatando con Japón. Felicitaciones a toda la delegación!! SomosArgentina."