El torneo Apertura. Newell’s es un misterio que gana con poco
Es el líder, entre escasas virtudes, porque tiene un sólido arquero como Peratta, indispensable en el éxito ante Chacarita; el 1-0, un insólito gol en contra de Zarif
Newell’s es un enigma. Suerte de fantasma que anda por las alturas, que viaja entre las nubes, que permanece arriba, sitio reconfortante, ideal para soñar. Newell’s es un misterio. Suerte de espíritu que se entromete como si fuese un protagonista influyente en el tramo final del reñido, gris y emotivo certamen local. Newell’s es líder porque conoce el secreto del éxito. Seis victorias consecutivas representan algo más poderoso que un puñado –limitado, indispensable– de dislocadas virtudes. Sabe ganar, esa es su capacidad esencial. No entiende de razones futboleras. Al menos, no demasiadas. Bueno, una es evidente: Sebastián Peratta, el polémico arquero, encontró su lugar en el mundo en el conjunto rosarino; ayer fue indispensable en el triunfo por 1 a 0 contra Chacarita, en la pequeña cancha de Argentinos, en mal estado, por la intensa lluvia.
De arriba; de abajo. A un costado; al otro. Fue el líder del líder; de un equipo que, en realidad, no esconde sus limitaciones como suele decirse: las expone con crudeza. Las muestra en vivo y en directo. La seguridad defensiva es relativa, pese a que hasta aquí sólo recibió 9 goles: con Schiavi o con Insaurralde le provocan varias ocasiones de riesgo por partido. Las disimula, es cierto, por una gran incapacidad adversaria en el instante de la definición. En el medio, no logra tomar el balón durante un buen tiempo. Cuando recupera la pelota, la pierde en eguida. Ni Bernardi ni Barrientos se disfrazan de aquellos dueños de la mitad de la cancha con quite y personalidad. Casi no tiene creación genuina. Sánchez Prette es un buen ensayo; Formica aparece y desaparece como el sol. Y en el ataque, sin Achucarro, Boghossian parece perdido, mareado, desorientado. Es amenazante, siempre lo es. Pero como que le falta el otro yo.
Pero algo, lo que se dice algo, debe tener Newell’s. Es un misterio, un enigma, que tal vez se revele en un tiempo más. Es ordenado: eso es. Sabe lo que tiene que hacer, cuándo hacerlo, cómo hacerlo. De plantel corto y limitado –en cantidad, en calidad–, busca borrar esas verdades con otras razones, como las de correr, luchar, pelear. Cuando juega en su casa, en el Parque, ensaya con algo más de valentía; cuando se escapa de Rosario, parece una versión utilitaria y hasta con una buena dosis de fortuna. Anoche, por ejemplo, Chacarita le descubrió huecos, le cubrió espacios y le generó, al menos, cuatro o cinco ocasiones claras de gol que merecieron el empate o, eventualmente, la victoria. Pero Chacarita es Chacarita: un discreto equipo que intenta ser un buen conjunto. Capaz de marcarle tres goles a Lanús en una osada dosis de efectividad y de no hacerle ninguno a Newell’s, a pesar de que tuvo, en varias ráfagas, la mesa servida con los utensilios dispuestos para el gran banquete.
Antes y después, claro, del insólito gol en contra del Turco Zarif, que quiso darle un pase a Cejas con una violencia exagerada. Hasta el balón se sorprendió, cuando pasaba la línea de gol frente a la desesperada y tardía reacción del arquero.
Después, Newell’s fue fortuna, fue templanza y fue, también, la confirmación de su enigma. Alguien, algún día, deberá descifrarlo. Algo tiene; de algo fuerte está hecho este extraño puntero.
- Schiavi, entre lágrimas: otra vez se lesionó
"Le dedico el triunfo a Schiavi, porque lo suyo es impresionante. No estaba para jugar, pero se arriesgó porque no teníanos a Insaurralde. Lo vi llorando en un rincón, porque sabe que puede perderse el clásico con Central". La consideración de Roberto Sensini actúa como disparador por la salida, otra vez por una lesión, del recio zaguero, a los 18 minutos del segundo tiempo.
LO DESTACADO
Gamboa le dijo al plantel: "Estoy orgulloso de ustedes"
"Cuando terminó el partido, senté a los jugadores y les dije que estaba orgulloso. Este es el camino", contó Fernando Gamboa, el DT de Chacarita.
LO CURIOSO
Por el clima, el partido comenzó una hora después
Por la fuerte tormenta y el congestionamiento en la ciudad, el plantel de Newell’s llegó demorado al estadio y el partido empezó una hora más tarde.
LO LLAMATIVO
Primero, ovacionaron a Dolci; luego, lo insultaron
Dolci fue el capitán del ascenso a primera de Chacarita. Hoy en Newell’s, recibió una camiseta y una cinta antes del partido. Al final, entre nervios, lo insultaron.
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