Los festejos del campeón. No quiere que termine la fiesta
En el Nuevo Gasómetro, ante 10.000 hinchas, San Lorenzo coronó una semana de celebraciones por el título del Clausura con un show de fútbol, música, fuegos artificiales y recuerdos
A San Lorenzo las ganas de celebrar su décimo título no se le extinguieron con la euforia pasional del primer día ni con un show bailable por televisión ni con el triunfo de la despedida ante Quilmes ni con la variante de una cena de cubierto caro e invitados selectos. Sintió que algo le faltaba, entonces organizó un festejo en familia , en casa, una especie de reunión para su mundo exclusivo. La concretó ante unos diez mil hinchas que se le animaron al intensísimo frío de una tarde feriada, predispuestos a la sonrisa y el aplauso relajados más que al grito que ya habían soltado a sus anchas ocho días atrás.
La idea fue recrear otra vez un espacio que combinara la alegría por el hoy y la nostalgia orgullosa por el pasado; obviamente, con protagonismo principalísimo de una actualidad que todavía está muy fresca. Por eso el centro de la fiesta fueron Ramón Díaz y los muchachos que ganaron el Clausura, gustosos partícipes de un partido que no fue tal, una especie de show con la pelota en el formato de dos tiempos de veinte minutos, mezclados con gente del ambiente artístico o deportivo y de asumido fanatismo azulgrana.
Entonces, Ramón volvió a dirigir , pero esta vez, libre de presiones. En el otro banco, el Bambino Veira, un personaje tan propio de la vida del Ciclón como del folklore más pintoresco del fútbol. Adentro, los Lavezzi, Orion, Tula, Méndez, Bottinelli, Malevo Ferreyra o Hirsig regulaban el despliegue físico para asimilarlo al de personajes como el presentador Hernán Caire, el piloto Norberto Fontana, el cantante Axel, el ex tenista Franco Squillari, el humorista Beto César o el animador Alejandro Korol.
También, al de ex hombres de la casa como Sergio Marchi o Alberto Federico Acosta, aunque en este último caso la diferencia fue mínima: el Beto, uno de los más ovacionados de la tarde, conserva la forma pese a haberse retirado hace tres años y medio. La física y la futbolística, por lo visto en su definición ante Orion en el primer gol para los blancos, conducidos por el Bambino. Los minutos restantes fueron para la broma pura: la crónica registrará que los que vistieron la camiseta tradicional del Ciclón ganaron 4-1, con goles de Caire, Adrián González, Korol y Fontana. También, que el partido degeneró en un choque de 16 contra 14, un lote demasiado numeroso para el control del árbitro Aníbal Hay.
Se jugaba con el fondo que proponía un DJ al borde de la raya, pero el intervalo fue territorio del grupo La Mosca, en el escenario montado de espaldas a la platea Sur y con su voz, Guillermo Novellis, enfundado en la camiseta azul y roja.
La noche les dio lugar a las imágenes proyectadas en una pantalla y en el césped: imágenes de la historia del Ciclón y de los grandes momentos en el Clausura, con la música de Cinema Paradiso combinada con ritmos festivaleros. Faltaban un show interminable de fuegos artificiales, la entrega de medallas y, cómo no, un recordatorio sarcástico de la tribuna hacia la suerte adversa de Huracán en estos últimos días. Con el centenario a la vista, una forma muy adecuada de preparar el terreno festivo.
- Paredes, baleado en un asalto, pero fuera de peligro
Aldo Paredes, jugador de Almagro que actuó en San Lorenzo, recibió un balazo en el tórax cuando tres individuos intentaron robarle su camioneta en la madrugada de ayer, en Florencio Varela, mientras volvía a su casa tras haber asistido a la gala del club de Boedo en el hotel Hilton. Paredes, de 35 años, fue operado en el Sanatorio Mitre; se le extrajo la bala y está fuera de peligro, según Télam.
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