Otra ausencia de peso: sin Wilmar Barrios se terminó de romper el mediocampo de Boca
La ausencia de Wilmar Barrios esté probablemente a la altura de las de Fernando Gago y Darío Benedetto. Claro que los tiempos de recuperación son incomparables, ya que el colombiano sufrió solo un desgarro en el gemelo derecho ante Independiente. Sin embargo, cada uno tenía una función esencial que, en conjunto, hicieron a un Boca demoledor al comienzo de la Superliga: Pintita elaboraba, el Pipa cumplía en su papel de goleador y Barrops se encargaba de la contención y la cobertura. El mediocampo ya tenía un vacío importante pensando en Newell’s (jugarán el domingo a las 20) por la suspensión de Pablo Pérez. Ahora, sin el volante nacido en Cartagena, esa zona del terreno se terminó de resquebrajar. Es un puesto sensible que no tiene reemplazo.
Con Barrios ubicado de N°5, el xeneize había retomado un estilo histórico. Tras las idas de Serna, Cascini y Battaglia en la década anterior, la aparición del colombiano representó una de las mejores compras de esta dirigencia. Muchos aseguran que, incluso, con sus actuaciones supera a los anteriormente mencionados. Por eso es que a Boca le duele y le complica el espacio que deja, porque ante Newell's -el próximo capítulo- se verá una mitad del campo muy lejana a la ideal.
Quites limpios, infracciones en momentos precisos, relevos a los laterales, coberturas en la zaga, buena técnica con la pelota y decisión para trasladar hasta pisar el área contraria son algunas de sus cualidades. Será difícil que los tantos candidatos que surgen para suplirlo tengan semejante despliegue, pero Guillermo lo intentará encontrar: Barrios fue tan importante desde un principio que rápidamente quedó al descubierto el error de no tener en el plantel a otro volante central que solucione el problema, como ocurre en estas horas de sensibles bajas. Y pese a que no ganó la adhesión de la hinchada ni alcanzó jamás el rendimiento del colombiano, Andrés Cubas, relegado del club por decisión del Mellizo, es el apellido favorito del hincha. De hecho, en su visita a la Bombonera y con la camiseta de Defensa y Justicia, hace 10 días, fue muy reconocido por los fanáticos boquenses.
Las variantes ante Newell's
Pensando en el compromiso ante Newell's surgen las alternativas. La más probable es que Nández, conocedor del puesto, reemplace a Barrios aprovechando la vuelta de Carlos Tevez a la delantera. Pero no se descartan otros tres movimientos: acelerar a Gago para que el equipo no pierda demasiada jerarquía (opción poco probable), utilizar al relegado Sebastián Pérez, que hace algunas semanas disgustó con su negación a jugar en la Reserva, o acudir a la polifuncionalidad de Leonardo Jara, que jugó en ese sector cuando Cubas se lesionó en plena Copa Libertadores 2016. De ser así, Buffarini será el lateral derecho.
Una vez que se adueñó del puesto en el partido ante la Lepra del tramo final del campeonato pasado, tras el golpe que River había dado en la Bombonera (1-3), el mediocampista cafetero faltó solo a un partido, justamente cuando Boca la pasó muy mal: la derrota ante Argentinos en la Paternal, a principios de marzo. Aquella olvidable noche no jugó por suspensión y lo reemplazó su compatriota Pérez, que no estuvo a la altura. Además, su falta también daña a la última línea. Lo evidenciaron Vergini y el juvenil Heredia, que sin su compañía no pudieron hacer pie en el estadio del Bicho y derribaron sus grandes desempeños en Perú, ante Alianza Lima, de apenas cuatro días antes.
El domingo, junto a Lisandro Magallán, volverá a jugar el ex Newell’s Vergini, al que los hinchas y dirigentes no confían por sus malos rendimientos del año pasado. Muestra clara de que también fue un error no traer otro central de calidad, búsqueda que sí harán en el próximo mercado de pases. Con una zaga titular, la ausencia de Barrios quizás se sufra menos.
Wilmar podría emigrar después del Mundial o a fin de año. El sprint final de la Superliga será una doble prueba para el equipo de Barros Schelotto: evitar que el bicampeonato corra serios riesgos y aprender a vivir sin la figura colombiana.