Parecidos pero diferentes: Holan y Gallardo, los símbolos del cruce entre Independiente y River
Comparten el prestigio. La sabiduría del juego y la belleza del fútbol argentino. Abarrotados de títulos y copas, representan la esencia de la estética al servicio del triunfo. River e Independiente son parecidos: de los gigantes, llevan en su estirpe el fuego sagrado de la gambeta por encima del sudor, el talento más allá de la prepotencia de la garra. Descendieron en su etapa más hiriente: River en junio de 2011 e Independiente, dos temporadas más tarde. Volvieron con el orgullo recuperado y la histórica capacidad de ganar. Con Marcelo Gallardo , River logró cinco títulos internacionales y tres estrellas domésticas, mientras que, con Ariel Holan , Independiente consiguió dos trofeos internacionales. El más ganador del fútbol argentino y el Rey de Copas, se reencuentran en los cuartos de final de la Copa Libertadores , una obsesión compartida. Desde las 19.30, en el Libertadores de América, se dará la primera función, entre dos equipos admirados por los entrenadores rivales y con un océano de coincidencias.
Franco Armani y Martín Campaña suelen sostener una estructura audaz y agresiva, que tiene intérpretes de todos los colores en la peligrosa zona de gestación. Gigliotti, Meza, Benítez, Silvio Romero, Pity Martínez, Pratto, Scocco y Quintero, entre tantos otros, representan la esperanza de una clase de fútbol, aunque los técnicos suelen ser incisivos en este tipo de desafíos. Holan no desprecia las defensas con cinco integrantes y Gallardo suele crear formaciones de sabuesos. Lo que se avizora como un canto de sirenas puede caer en la rigidez de una partida de ajedrez. Hinchas, ídolos y conductores, entienden perfectamente el sentido de los cruces cuerpo a cuerpo.
"Tanto River como Independiente tienen herramientas para llegar como candidatos. La serie se resolverá por detalles porque ellos tienen mucha jerarquía individual. Van a ser dos partidazos para disfrutar; será una fiesta del fútbol. Cuando un entrenador logra tantos títulos en un club como River, te hace admirarlo como entrenador. Es difícil encontrar tiempo para reunirnos y charlar, aunque sería muy bueno para que podamos debatir de fútbol e incorporar cosas", expone Holan, de 58 años, antiguo especialista del hockey y colaborador de Matías Almeyda en tiempos millonarios.
"Siempre vamos a evaluar las posibilidades de un rival que es un gran equipo. Son partidos de ida y vuelta; hay que ser inteligente y entender cómo se juegan. Lo vengo analizando hace mucho. Por ahí en los primeros partidos de este semestre no se ha visto al mejor Independiente, pero hemos visto buenos Independiente, con una búsqueda constante, un juego abierto y directo, un equipo que ataca... Y a nosotros nos gusta enfrentarnos con equipos así. Va a ser una gran serie", reflexiona Gallardo, de 42 años, un estratega como número 10 y un artista del pizarrón en las series internacionales, que transformaron la historia millonaria.
Queridos en sus casas, respetados en tierras ajenas, recuperaron el sentido de pertenencia, se nutren de jóvenes promesas –en el nuevo ciclo de selección, fueron convocados Armani, Palacios, Pity, Meza, Franco y Bustos–, exigen la posesión y asumen riesgos. Durante el espectáculo, suelen mantener la calma y, detrás de escena, a veces pierden los estribos y caen en la trampa del victimismo. Por arbitrajes, por el VAR –vuelve a estar en escena–, por el calendario y por polémicas varias que, sin embargo, no encasillan sus métodos docentes. Técnicos que respetan la historia, con la libertad de los fuera de serie y el cerrojo, del que no desprecian.
En febrero pasado, el Muñeco aplaudía a los Rojos. Veía síntomas parecidos. "Siento que es atractivo ver a Independiente. Lo que ellos son ahora, nosotros lo fuimos en algún momento y tenemos que recuperar eso", contaba el DT que tuvo un paso fugaz y exitoso en Nacional. Al tiempo, la finalísima ganada a Boca, en Mendoza, le devolvió a River el sentido. Volvió a ser.
En febrero, Ariel aplaudía a los millonarios. "River es un club al que le tengo mucho afecto. Estuve ahí como ayudante de Matías Almeyda y voy a estar agradecido de por vida porque esa experiencia me permitió crecer como profesional y llegar al lugar en el que estoy ahora", recordaba el técnico que tuvo una experiencia triunfal en Defensa y Justicia. Al tiempo, llegó a Independiente, el club que atraviesa su corazón.
En el interior de los planteles, en el día a día, no son juzgados. Sus figuras representan el sentimiento y el liderazgo. Lo reconocen los jugadores. Como Leonardo Ponzio. "Gallardo no es jodido de carácter. Es un tipo que te escucha cuando los jugadores necesitan un consejo o tienen una inquietud. Hablo mucho con él y me da la derecha. Siempre le marqué cosas a Marcelo para sumar, porque él me abrió la puerta al diálogo. Siempre nos tiene con la guardia alta, no podemos regalar nada", sostiene. Su mundo, repite, no excede el marco del Monumental. "Lo veo capacitado para encabezar un proyecto en la selección, es el mejor técnico del país. Entre Pochettino, Simeone y Gallardo, yo lo pondría a Marcelo. Pero hoy, ahora mismo, no lo veo, no comparte muchas cosas que pasan ahí. Marcelo tiene en la cabeza River. Ninguna situación extra lo moviliza", afirma.
Emmanuel Gigliotti se refiere a Holan con conceptos parecidos. "Ariel siempre trata de que entendamos lo que es Independiente. Es una gran virtud de él ponernos con los referentes del club, que nos han contado historias. Es gracias a Holan el feeling que logramos con la gente. El saludo y nuestra característica de juego es todo virtud de él", acepta. Y se inclina ante el estilo sobre el césped. "Es la primera vez que me toca estar en un plantel tan competitivo; salís a la cancha y sabés que vamos a hacer buen fútbol", entiende. Son las figuras de un cruce inolvidable.
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