Qué hay detrás del fastidio de Gallardo por la crisis del fútbol

La pelota volvió a rodar en el fútbol argentino y, de cierta manera, se apaciguó el fuego generado en las últimas semanas. Pero hay cenizas que todavía están ahí, con planteles y cuerpos técnicos perjudicados luego de una preparación de más de 80 días, decenas de amistosos, y una planificación que, en algunos casos, quedó obsoleta.

Una de las voces más duras fue la de Marcelo Gallardo. El entrenador de River no ocultó su molestia con la situación actual y no se guardó nada en la previa del duelo de mañana ante Unión. "Programás semanas sin saber qué va a pasar. Estás 24 horas antes viendo si se juega o no. Es una cosa que no entra en la cabeza de nadie... y las cosas que pasaron la semana pasada fueron increíbles. Algunos hasta tuvieron en cuenta la posibilidad de jugar la fecha con cambios de un momento a otro como si esto se tratara de hacer magia. Tenemos que vivir entre eso y adaptarnos", disparó el Muñeco.

"No nos hemos sentido protegidos desde ningún punto de vista, si no, no hubiésemos llegado a esta situación. Hay que anticiparse para prever situaciones, no querer resolverlas cuando el problema es cada vez más profundo. Acá pasan cosas que no son comunes, como por ejemplo no saber si los jugadores y los técnicos cobran, y las tratamos así por encima. Entonces cuando se da una crisis tan profunda como la actual del fútbol argentino, hace que toda la mierda salga para afuera", agregó Gallardo, en una cruda frase y con un exabrupto que no es habitual en su discurso, marcando su enojo y su preocupación.

Pero eso no fue todo. "Lo que pasó es lamentable. Ahora vuelve el fútbol, pero no hablamos de eso, sino de lo que sucedió últimamente, que ha sido asqueroso. Uno a veces quiere abstraerse de todo eso pero no puede", sentenció el DT millonario.

Su enojo tiene fundamentos. River realizó una intensa pretemporada -parte en Ezeiza, parte en Estados Unidos- pensando como primer objetivo la Supercopa Argentina, que se jugó en su fecha estipulada, cuando cayó ante Lanús en febrero. Pero no dejó de lado el torneo local, que empezó más de un mes tarde, y en la Copa Libertadores, competencia en la que debutará el próximo miércoles ante Independiente Medellín, en Colombia.

Pero ahora, todo cambió, y cualquier tipo de programación o armado previo de calendario, quedó en el olvido. "Siempre tenemos que pensar en el corto plazo, porque no sé cómo se va a terminar desarrollando todo. Recién ahora puede llegar a salir un fixture oficial y tengo entendido que tal vez va hasta julio. Entonces, lo que teníamos pensado del parate durante junio, si el torneo terminaba en mayo, ya no va a ser así. Los que jugamos Copa y logremos pasar a octavos de final, tal vez juguemos durante todo el año".

Por otro lado, Gallardo hizo hincapié -una vez más- en la falta de rodaje, que perjudica a la hora de competir internacionalmente: "La falta de competencia es dar una ventaja importante, sobre todo con partidos internacionales de por medio, porque ahí ya no estás en igualdad de condiciones como acá. Los equipos que ya tienen meses de juego alcanzan una dinámica diferente. Pero no es excusa, nos tenemos que adaptar a eso. Y no lo digo por los últimos resultados, lo había dicho antes: no es normal jugar una competencia internacional sin tener un torneo local empezado".

Mientras, el Muñeco busca mentalizarse en los dos duelos que jugará en menos de 96 horas. Una de las novedades es que Luciano Lollo fue convocado, pero otra noticia sorprendió: Leonardo Ponzio no está en la lista para enfrentar a Unión. ¿La explicación? "No estoy cuidando jugadores. Por lo que vengo observando en esta última semana, con tantas desprolijidades que hubo, van cambiando cuestiones. Ponzio no pudo entrenarse con normalidad. Entre tantas reuniones, tanto desgaste mental, no lo tenía muy fresco. Y prefiero darle descanso y que no juegue, porque no lo vi bien".

En el cierre del semestre anterior, Gallardo confirmó que seguiría como entrenador. Aquella vez, dijo que era "sanguíneo" y que sabía que la "situación en el fútbol argentino no es la mejor". A dos meses y medio de aquel momento, ¿se le cruzó por la cabeza replantarse por qué había elegido continuar? "Dije que iba a tratar de calentarme lo menos posible, pero se hace difícil. Estas desprolijidades te envuelven en muchísimas situaciones de desgaste, pero es el futbol argentino, y estás o no estás. Yo decidí estar y acepto las reglas, pero no por eso me voy a quedar callado y creer que todo está bien y no decir lo que me parece que es horrible".