Qué rol jugó el factor psicológico en la nueva lesión de Fernando Gago y cómo puede ayudarlo a recuperarse
El volante de Boca, que anoche fue operado con éxito, inicia otra vez una prolongada etapa de rehabilitación; resolver el aspecto mental colaboraría en su evolución
Las muletas en las que se apoyó Fernando Gago para retirarse el domingo del vestuario local de la Bombonera cumplían una doble función. Porque además de ayudarlo a trasladarse sin pisar sobre su pie izquierdo malherido, también servían para sostenerlo anímicamente.
Pero en medio de tanta oscuridad, aparece una luz de esperanza. Gago, de 30 años y quien pasó las primeras horas post lesión haciendo reposo en su hogar y rodeado de sus seres queridos (su esposa, Gisela Dulko , y los hijos de la pareja, Mateo y Antonella), fue operado anoche con éxito de la nueva rotura en el tendón de Aquiles de su pie izquierdo. El primer paso rumbo a la recuperación está dado. Ahora, no hay otra alternativa que asociar paciencia con esperanza, para afrontar de la mejor manera la prolongada rehabilitación, estimada en al menos seis meses.
Pero, ¿en cuánto influyó el aspecto psicológico para que el volante de Boca y de la selección argentina volviera a lastimarse de la misma forma y ante el mismo rival?
"Es evidente que lo que le ocurre a Gago, además de la facilidad para lesionarse que pudiera tener desde el punto de vista biológico, tiene que ver con la repetición de una situación traumática", explica la psicoanalista María Ester Izykowsky. Y agrega: "No es casual que estos episodios traumáticos lo inhabiliten reiteradamente para realizar lo que ha elegido como profesión, y que casi siempre se presenten en momentos en los que está en la cresta de la ola. Destacándose, siendo reconocido, disfrutando de su desempeño."
Algo similar aporta el coach deportivo Sebastián Fossati, quien recientemente formó parte del equipo de trabajo de Ramón Díaz tanto en la última etapa en River como en la selección de Paraguay. "Es evidente que hay alguna situación que está trabando a Gago. El ser humano necesita somatizar por algún lado el exceso de acumulación de estrés. De abrumación. Y en este caso ese tendón indudablemente le expresó de esa forma que tenía que frenar. Son mensajes que nos da el cuerpo a todos en el día a día. Uno puede ser más mundano y terrenal y quedarse con que se rompió otra vez el tendón, o ir más allá y tratar de entender por qué pasó lo que le pasó".
Un dato más que también puede afectar al futbolista desde lo mental: acaba de cumplir 30 años y es consciente de que ha comenzado la curva descendiente de su carrera. No en sus cualidades ni condiciones, sino en lo estrictamente temporal. Es evidente que Gago ya jugó más años de los que le quedan como profesional antes del retiro.
"El amor lo cura todo. Vamos a salir de esta juntos. Te amamos y te vamos a cuidar siempre", escribió Dulko en su cuenta de Twitter, junto a una foto de Fernando recostado y abrazado a uno de sus hijos. La firma de ese mensaje (GMA) resulta de las iniciales de la propia Gisela, y de los pequeños Mateo y Antonella.
El amor lo cura todo.Vamos a salir de esta juntos. Te amamos y te vamos a cuidar siempre GMA ?? pic.twitter.com/G5Nh8t7TeV&— Gisela Dulko (@gidulko) 25 de abril de 2016
Es cierto que frente a la adversidad no hay nada mejor que aferrarse a los seres queridos y dejarse cuidar y mimar por ellos. Pero además de lo estrictamente físico (superar con éxito la operación y someterse otra vez a la prolongada rehabilitación), ¿puede la psicología ayudar a Gago en este momento?
"¿Qué experiencia traumática no está elaborada en Gago y se repite precisamente para no elaborar? ¿Qué necesidad de castigo por destacarse se está poniendo en escena?", se pregunta la licenciada Izykowsky. Y responde: "Son distintas cuestiones que deberían abrir un espacio de reflexión que conduzca a una resolución del conflicto encubierto. Un espacio terapéutico que tome en cuenta estas preguntas ayudarían a poner en palabras lo que esta expresado en el cuerpo (roturas, desgarros, etcétera), para arribar a soluciones absolutamente personales que serán construidas para seguir adelante con el desarrollo de sus potencialidades.
Según la óptica de Fossati, el momento por el que está pasando Gago "es una situación y un estado en el que todo es oscuridad". Y considera que uno de los focos de trabajo posibles sería "reconocer lo que está pasando, permitirle que se enoje consigo mismo por lo que le pasó y que se desahogue con diversos ejercicios, para sacar afuera ese exceso de angustia que debe tener. Pero a la vez, no dejarlo mucho tiempo anclado en esa angustia, sino traerlo al presente y enfocarlo hacia el futuro. Porque muchas veces uno crece mucho más desde el dolor que de la alegría. Ese estrés emocional hay que controlarlo porque puede ser contraproducente, y atraer una energía negativa."
De no abrirse un espacio terapéutico para analizar estas repeticiones seguiremos escuchando las noticias que mostrarán a un Gago quebrado o desgarrado, en lugar de mostrar a un Gago feliz con sus habilidades y logros
Entonces, no sólo es útil, sino que según la opinión de las fuentes consultadas resultaría necesario que Fernando se enfoque en resolver los aspectos que lo aquejan mentalmente y que lo boicotean físicamente. "De no abrirse un espacio terapéutico para analizar estas repeticiones seguiremos escuchando las noticias que mostrarán a un Gago quebrado o desgarrado, en lugar de mostrar a un Gago feliz con sus habilidades y logros", finaliza Izykowsky.
También los ejemplos y las palabras de apoyo son tan útiles como necesarias para Gago en este período. Uno de los que más habló con él tras la lesión fue Guillermo Barros Schelotto, antes compañero y ahora entrenador suyo en Boca. El mellizo fue claro en el mensaje: "A los 35 años, Palermo se rompió el ligamento lateral interno y cruzado anterior de la rodilla derecha. Y dos años después, jugó un Mundial".
No es el único caso. Los más salientes fueron los de Alberto Márcico, quien en 1997 sufrió la misma lesión que Gago, también dos veces, y del brasileño Ronaldo (rotura del tendón rotuliano de la rodilla derecha). En este último ejemplo, cuando el Fenómeno volvió a las canchas, se rompió otra vez la misma zona, y tras una nueva y prolongada recuperación, se consagró goleador y campeón con Brasil en el Mundial 2002.
Enfocarse en aspectos positivos y dejarse ayudar por gente idónea pueden ser piezas muy importantes en el rompecabezas que deberá armar Fernando Gago, para gambetear como él sabe este nuevo escollo que le pone la vida y volver a ser feliz en un campo de juego.
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