El torneo Clausura. Racing fue un bocado en el banquete de fútbol que se regaló Estudiantes
El Pincha confirmó sus aspiraciones al título con un 4 a 0 de colección; el alto nivel individual y colectivo contrastó con la pobreza de la Academia
Como equipo de paladar fino que es desde hace un par de años, el gusto de Estudiantes pasa por la Copa Libertadores. Pero también se reserva algunas exquisiteces para el Clausura. Ayer se dio un banquete con este Racing que es un bocado de fácil digestión. Este equipo de Russo no se le atraganta a ningún rival. Sólo es un dolor de estómago para sus hinchas, que se sienten al borde de otra úlcera, de las tantas que padecieron en los últimos tiempos. Estudiantes, mientras cocina a fuego lento el plato fuerte de la Libertadores, ayer confirmó que el aperitivo de un título local también figura en su menú.
Estudiantes se dio el lujo de vapulear a la Academia sin las presencias de su estratego (Verón) ni de su goleador (Boselli). Si es por conceder handicap, el Pincha también le regaló a Racing el segundo tiempo. No le hizo falta, ya que las amplias diferencias que estableció en la primera etapa, en el juego y el marcador, lo eximieron de mayores esfuerzos para ampliar una goleada que pudo ser más impiadosa con Racing.
El panorama de la Academia es más que sombrío. Es cierto que se enfrentó con el equipo mejor ensamblado y de funcionamiento más aceitado de nuestro fútbol, pero eso no le quita gravedad a su actualidad. Es el club que más invirtió en refuerzos en el verano. Y varios de esos millones de dólares se fueron para contratar a Bieler y Hauche. En los últimos seis partidos sólo hizo un gol, y llevó el nombre de un defensor (Martínez). En defensa de los dos delanteros hay que decir que el desabastecimiento al que se ven sometidos no podría ser mayor. Racing es incapaz de sacar limpia una pelota desde atrás y de armar una jugada con tres pases seguidos. Las mayores variantes que últimamente hizo Russo fueron en la línea de volantes, sin que pueda vislumbrarse una solución. El equipo se quiebra en esa zona. No tiene recuperación ni manejo. Rosano, Lucero y José Luis Fernández fueron sumisos aprendices al lado de los graduados mediocampistas de Estudiantes. Fue una clase magistral, cada uno en su materia: Sosa, en gambeta, aceleración y pegada; Braña, en quite y descarga; Pérez, en claridad y practicidad, y Benítez, en panorama y presencia, con lo cual fue un digno sustituto de la cátedra que habitualmente imparte Verón.
Leandro González hizo dos goles, pero podría haber convertido tres o cuatro más. No cabeceó bien ni siempre estuvo sereno y preciso para la definición. Este delantero con paso por Racing es un caso testigo para entender las diferencias abismales entre los dos conjuntos. Estudiantes, con su juego colectivo y la calidad de sus individualidades, potencia algunas de las virtudes y disimula los defectos del atacante. De haber continuado en Racing, Leandro González habría sufrido ayer el mismo aislamiento por el que pasaron Hauche (jugó de espaldas al arco y no aguantó la pelota) y Bieler (casi no participó). Desábato y Cellay resolvieron todo como dos mariscales.
El dominio de Estudiantes fue desde el comienzo y no sufrió interrupciones. La única incógnita pasaba por ver cuándo y cómo haría los goles. El primero fue a los 10 minutos, con un impecable tiro libre de Sosa, un volante que, entre sus condiciones innatas y el poderío físico que incorporó en Bayern Munich, está por encima del nivel promedio local.
Racing no acertaba a cortar las combinaciones del Pincha. Gastón Fernández bajaba unos metros y se asociaba con el resto. Con tres o cuatro pases, Estudiantes desembarcaba en el área visitante. Clemente Rodríguez no es tan veloz como cuando apareció en Boca, pero no le faltan determinación ni oficio. Así apareció por la derecha para coronar una maniobra que habían construido Sosa y la Gata Fernández.
Estudiantes era el deleite de sus hinchas. Sosa cruzó la pelota de derecha a izquierda y González definió de zurda. En 34 minutos, el partido estaba 3 a 0, y a nadie le sorprendía. Era lo lógico. Los ingresos de Lugüercio y Castroman tampoco sacaron a Racing del pozo. Sabella empezó a ver más allá de los 90 minutos y cuidó a algunas piezas (Braña, Gastón Fernández, Cellay).
Estudiantes siguió recreándose con la circulación de la pelota, mientras Racing sólo opuso algunas atajadas de De Olivera. El Pincha se había dado una panzada de fútbol y goles e hizo una larga sobremesa en el segundo tiempo con un puro entre los labios.
- El tiro libre lleva la firma de la clase de Sosa
José Sosa fue la gran figura. Jugó, hizo jugar y abrió el camino al triunfo con un tiro libre por encima de la barrera, hacia el poste más lejano de De Olivera. Fue el cuarto tanto de tiro libre de Sosa con la camiseta de Estudiantes. El primero también se lo había convertido a Racing, en 2006, antes de irse a Alemania.
LOS SUSPENDIDOS
Mercado, 10a amonestación; Cellay llegó a la quinta
Racing no contará con el defensor ante Vélez y Banfield. Estudiantes se quedará sin el zaguero para enfrentar a Tigre.
EL DATO
Le volvió a ganar después de tres partidos
Estudiantes no vencía a Racing desde hacía dos años (2-1, en Avellaneda). Luego hubo dos éxitos de la Academia y un empate.
LA SITUACION
Boselli volvería y tiene otro interesado en Inglaterra
Recuperado de una lesión, el martes jugaría ante Alianza Lima, por la Libertadores. Blackburn compraría el pase en 9 millones de dólares.
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