Río soporta una ola de inseguridad

RÍO DE JANEIRO.- Violentos disturbios en una favela, entre los barrios de Copacabana e Ipanema, que derivaron en la muerte de una persona, generaron caos en esta zona turística de Río de Janeiro y pusieron en duda la seguridad en la Cidade Maravilhosa a falta de 50 días del comienzo del Mundial.

La chispa del conflicto fue la aparición ayer del cuerpo de un joven de 25 años en el patio de una escuela de la comunidad supuestamente "pacificada" de Pavão-Pavãozinho, luego de que la policía militar había realizado anteanoche un operativo en esta favela del morro de Cantagalo. Según pobladores, el joven, que trabajaba como bailarín en la TV, habría sido confundido con un narcotraficante.

En protesta, a media tarde, habitantes de la comunidad levantaron barricadas con basura e incendiaron autos en los principales accesos. Ante la confusión, miembros de la banda narcotraficante Comando Vermelho, que antes dominaban la favela, atacaron a tiros las instalaciones de la Unidad de Policía Pacificadora (UPP), comisaría instalada allí en 2009.

Desde fines de 2013, narcotraficantes que solían controlar las comunidades ahora "pacificadas" han embestido contra diferentes UPP para sembrar una sensación de inseguridad en Río. La ciudad será sede de la final de la Copa del Mundo, el 13 de julio en el Maracaná, además de varios partidos antes, entre ellos Argentina vs. Bosnia, el 15 de junio.

Al caer la noche, el morro de Cantagalo se había transformado ayer en un escenario de guerra con disparos, helicópteros de la policía militar sobrevolando el área y la llegada del temido Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE). El tránsito fue bloqueado en las calles aledañas y los comerciantes cerraron sus puertas, mientras vecinos y turistas buscaban refugio ante el peligro de balas perdidas. Más tarde se supo que en los tiroteos murió una persona de 30 años.

Aunque la policía afirmó que no había tenido nada que ver con la muerte del joven, anteayer, y especuló que habría caído al saltar un muro, Río se sumió en un estado de tensión que empaña la imagen de bienvenida positiva que la ciudad y Brasil pretenden dar a los visitantes que lleguen para el Mundial.

Faltan asientos con destino comercial

SAN PABLO.–Dentro de la preocupación general que tiene la FIFA por el retraso en las obras de los estadios, hay algunas cuestiones puntuales que la sobresaltan más porque afectan a sus intereses comerciales. Concretamente en el Arena Corinthians de San Pablo, lo que está pendiente es la construcción de 20.000 ubicaciones temporales destinadas a los auspiciantes de la entidad rectora del fútbol.

De esas obras se encargará una empresa diferente de la que levantó el escenario en el que se abrirá el Mundial, el 12 de junio, con el partido Brasil frente a Croacia.

Esta primera parte del estadio fue entregada el martes 15 de este mes. Con capacidad para 48.000 espectadores, durante el Mundial podrá recibir 68.000 personas cuando se completen los trabajos pendientes. En noviembre fallecieron dos obreros al desplomarse una grúa.