La llegada de los futbolistas de Boca al vestuario, con Tevez entre los afectados y Nández furioso
Casi nada fue normal en la final de la Copa Libertadores entre Boca y River. Desde los cambios de los días previstos originalmente, incluido el del juego de ida porque la Bombonera no estaba en condiciones tras un temporal, hasta la postergación del horario del partido revancha, tras la agresión al micro que transportaba a los jugadores del equipo xeneize.
Al llegar el micro al estadio con los vidrios rotos, los futbolistas se bajan y en el trayecto al vestuario por los pasillos se ve a algunos bastante afectados, por los gases y por las esquirlas de los ventanales que estallaron
Asi apedreaban los hinchas el micro de Boca
Tras la visita de Rodolfo D'Onofrio, presidente de River, al vestuario de Boca, se reunieron los dirigentes de ambos clubes y los de Conmebol. Se aplaza el inicio y se evalúa la suspensión del partido.
La Conmebol anuncia a las 16.42, a 18 minutos del comienzo previsto, que el partido se posterga para las 18.
Debido a los hechos sucedidos con el bus del Club Boca Juniors, el partido ha sido postergado hasta las 18:00 horas.&— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) 24 de noviembre de 2018
A las 17.10, el vicepresidente de Boca, Darío Richarte, manifiesta que "la posición de Boca es no jugar".
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, se suma a la reunión entre dirigentes de los clubes y la Conmebol.
Trasciende que Marcelo Gallardo, DT de River, expresa su respaldo y que estaría de acuerdo con que no se juegue el partido.
A las 17.46, Conmebol vuelve a cambiar el horario de comienzo del juego. El cuerpo médico la conmebol sostienen que las heridas son "superficiales" y que "no hay motivos para supender el partido". Se anuncia un nuevo horario: 19.15.
A efectos de cumplir con el cronograma de la final, el partido empezará a las 19:15 horas.&— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) 24 de noviembre de 2018
Pablo Pérez deja la clínica y vuelve al Monumental. La ambulancia recibe un botellazo al ingresar al estadio.
A las 18.25, Carlos Tevez y Fernando Gago salen del vestuario y anuncian que Boca no está en condiciones de jugar por los efectos de la agresión. Aducen que les exigen jugar, aunque llevan tranquilidad a su familia.
Los jueces y los preparadores físicos ingresan a la cancha. Los primeros comienzan a hacer sus trabajos de precalentamiento. Los otros, ajustar las tareas para cuando ingresen los futbolistas.
A las 19.15, sin que se comunique una nueva postergación, ninguno de los equipos había salido a la cancha.
A las 19.22 se anuncia la suspensión del partido para mañana, a las 17. Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, habla de "un pacto de caballeros, porque uno no está en condiciones de jugar y el otro no quiere jugar así".
La desconcentración incluye incidentes dentro y fuera del estadio. D'Onofrio tiene que salir corriendo e interrumpir una nota en vivo.