Jugadores que dedicaron los goles a un Marcelo Gallardo que unas horas antes había despedido a su padre Máximo, fallecido en las primeras horas del sábado, y una victoria ofrendada a una hinchada que bajó el telón del año en el Monumental quedándose con las ganas de haber festejado algo más importante que la clasificación a la Copa Libertadores. A falta de la última fecha frente a Racing, River cerró de local un 2024 que no colmó las expectativas, repleto de oscilaciones, con un cambio de entrenador en medio de una crisis futbolística y de resultados, de la que nunca terminó de reponerse plenamente, más allá del moño del 4-0 ante un Rosario Central muy disminuido.