Romagnoli, en falta y con futuro incierto
Detrás de las luces suele haber oscuridad. En el caso de la clasificación del Ciclón, algo de eso está pasando. Hay un ídolo en problemas. Leandro Romagnoli fue expulsado por un manotazo al aire durante el tiempo más complejo de San Lorenzo en el partido. Expulsado, salió envuelto en llanto. Arrepentido, les pidió disculpas al cuerpo técnico y a sus compañeros. Hasta advirtió que no hizo nada o que no quiso hacer nada. Ingresó en la parte final, en lugar de Ángel Correa, cumplida la suspensión de cuatro fechas por aquel escándalo en Ecuador. Volvió para tener el balón debajo de su suela. Volvió y no sólo no encontró la pelota: sufrió otra tarjeta roja que podría provocar otra suspensión mayúscula. Puede ser el principio del final del ídolo.
"Vamos a tratar de agilizar la renovación de los contratos de Ortigoza y de Piatti", cuenta un dirigente. "¿Y de Romagnoli?", resulta la pregunta obligada, porque el vínculo del número 10 caduca en breve. "Ortigoza y Piatti son la prioridad", insiste. Generó malestar la nueva expulsión del volante experimentado, que fue seducido por Bahía, de Brasil, para continuar su carrera. Los números le cierran. Hoy suplente, el sentimiento lo atrapa. Aunque sabe que está en falta.
No sólo será suspendido en la Libertadores otra vez: suma cinco amarillas y tampoco jugará contra Vélez, el próximo lunes, en el Bajo Flores. Lo habían expulsado con Boca. Algo anda dando vueltas en la cabeza del símbolo. Tal vez, la Súper Final sea su última función. Tal vez.
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