San Lorenzo: la negativa de Néstor Gorosito es un tema que se puede conversar
El 2 de junio, Tigre le ganó a Boca la final de la Copa de la Superliga y le puso la corona a la revolución que generó en el club la llegada de Néstor Gorosito. El DT había asumido al frente del equipo de Victoria en febrero pasado, con el Matador casi condenado a bajar al Nacional B, y la reacción en el sprint final del torneo lo dejó a solo un punto de jugar un desempate con Patronato. El impulso no lo salvó del descenso, pero el buen juego y el ánimo del plantel se mantuvieron y llegó el primer título para la institución, la clasificación a la Copa Libertadores 2020 y el pacto de Pipo de quedarse junto a algunas figuras para pelear por el regreso a primera división y jugar el torneo sudamericano.
A cinco meses de aquella vuelta olímpica en el estadio Mario Alberto Kempes, en Córdoba, Tigre acumula tres encuentros sin ganar y está en la mitad de la tabla del Grupo B, al cabo de nueve juegos. En simultáneo, el entrenador aparece como prioridad para reemplazar en San Lorenzo a Juan Antonio Pizzi, que dejó el cargo este jueves luego de la caída como local frente a Defensa y Justicia por 3-1. Pipo quedó en una encrucijada entre la promesa y el deseo. Por eso, inicialmente había sido un no rotundo cuando lo consultaron. Pero escuchó a Matías Lammens, presidente del club de Boedo, señalarlo como "una alternativa, un hombre de la casa que es muy querido y siempre aparece sobre la mesa como opción". Además, hubo conversaciones entre directivos de ambos clubes y lo innegociable dejó de ser así. Incluso, desde Victoria expresaron la posibilidad de que la salida del DT les reporte alguna ganancia y volvieron a hablar del cobro de la deuda por el pase de Lucas Menossi, porque "los cheques con los que pagaron no tienen fondos y San Lorenzo pidió que no se depositen", según A24. El entrenador busca las respuestas en sus sentimientos.
Como futbolista, Gorosito jugó en tres etapas con la camiseta del Ciclón, donde marcó 65 de sus 105 goles. Y como DT ya tuvo una experiencia allí. Había conseguido, en la temporada 2002/2003, salvar del descenso a Nueva Chicago en su debut al mando de un equipo y la dirigencia cuerva pensó en él para dar continuidad al proceso que, con Rubén Insúa, se había consagrado campeón de la Copa Sudamericana 2002. Pipo dirigió un año (fue 2° en el Apertura 2004 y 9° en el Clausura 2004) y tras empatar con Olimpo como local y ser goleado por Boca, le comunicó al plantel que no seguiría después del partido por la tercera fecha del Apertura 2005.
"Con San Lorenzo fundido salimos subcampeones. Hoy estoy mucho más maduro y pondría condiciones para llegar a un lugar. Me gustaría volver a San Lorenzo, y voy a volver algún día si Dios quiere. Es una deuda que tengo conmigo porque no pude salir campeón", le dijo Gorosito a TyC Sports. Fue casi un guiño, catorce años después, cuando las puertas vuelven a estar abiertas.
Cinco barras en la mira
Edgar Pereyra, Darío Crespo, Pablo Torres, Mario Magariños y Hernán Arenas, que no tenían prohibido ingresar al estadio, son las personas identificadas por el Comité de Seguridad como los que amedrentaron a plateístas que insultaban a la dirigencia y a los jugadores de San Lorenzo, durante el partido que el Ciclón perdió con Defensa y Justicia, por la debacle deportiva en la Superliga. La fiscalía inició el proceso de investigación y el presidente Lammens dijo que ayudará para esclarecer el tema.
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