Torneo Inicial. San Lorenzo puede: ante Colón dio un paso al frente
El Ciclón abandono viejos temores y ganó 2-1; tras cuatro partidos sin triunfos. Buffarini y Stracqualursi hicieron los goles; Prediger, expulsado
Esta vez San Lorenzo no se conformó con perderse en la multitud. Se hizo notar por una convicción que lo obligó a poner su voz en un tono más grave, esta vez sin temores ni frases aflautadas y temblorosas. No habrá sido una exhibición, pero sí un convincente avance contra las exigencias y sus propios temores. En su propio imaginario el triunfo por 2-0 habrá valido el doble porque enfrente estuvo Colón, que se había insinuado como uno de los velocistas en el primer tramo del torneo Inicial y en la Copa Sudamericana.
Fue, sin duda, el mejor partido de San Lorenzo en el campeonato. Quedó, acaso, como la nota más destacada en la etapa de Caruso Lombardi. Aprobó el desafío que más se le reclamaba. Y habrá ganado de verdad si, a partir de ahora, se convence de que puede imponerse con ganas, empuje, y sin mañas ni retrasos excesivos cuando tiene la mínima ventaja en un puño.
El Ciclón, tan cuestionado en los últimos tiempos en esa relación refuerzos/productividad/juego, dio un paso al frente en cuanto a lo que ambición respecta. Nunca se sabrá si lo hizo por propia convicción o por la agudeza del reclamo popular, pero lo dio. Pese a las intermitencias que, de a ratos, lo desenchufan del juego, habrá que reconocérselo con un guiño. La reacción pareció brava y potente. Lo hizo con sus atributos, sin grandes lujos ni excesos, pero la forzó. Su primer requisito, claro, fue darle un tijeretazo al entramado de Colón, que llegó al Nuevo Gasómetro como una de las revelaciones y que se perdió en la timidez. El control soltó el hilo de San Lorenzo, que se atrevió a sobrevolar por el campo contrario.
Fue la fecha en la que San Lorenzo empezó a nutrirse de valores cuya llegada había levantado el espíritu. Piatti gestó el gol de Buffarini con un "acto de escapismo" por la izquierda del área. Nada por aquí... y él que apareció por allá. Bastía no llegó en la cobertura, el tiro rebotó en Pozo y Buffarini, por el otro sector, anticipó con toque a la red a toda la estática defensa. Y Stracqualursi hizo de las suyas y se reencontró con el gol con un cabezazo, después de un centro de Buffarini, tras un contraataque que empezó Piatti. Colón se resignó con la expulsión de Prediger y poco contó el descuento sobre la hora de Alcoba. San Lorenzo pudo. Y puede.
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