Entrevista. Se juega por todo
"Tenemos un semestre para quedar en la historia", dice Daniel Montenegro, que quiere lograr la titularidad en River y se entusiasma con ganar la Copa Libertadores y el Clausura
MAR DEL PLATA.- Si el plantel de River cuenta con piezas talentos, uno de sus mayores exponentes es Daniel Montenegro. Pero, hábil como es, posee su contrapeso en la inconstancia para exhibir esa destreza. Estaba en su mejor momento en River, tras exitosas producciones en Huracán e Independiente, cuando una propuesta sabrosa en números lo hizo decidirse por marcharse a Rusia.
La experiencia en tan fría y culturalmente diversa tierra no resultó del todo convincente para Rolfi y volver a River se le volvió tentador. Hoy, tras Marcelo Gallardo, es una de las principales figuras del club, pero los apuntados altibajos y alguna lesión ya superada lo pusieron por detrás de Ernesto Farías y Radamel Falcao García en la preferencia de Reinaldo Merlo al conformar la delantera. Será titular esta noche, en el debut millonario de 2006, pero en un River alternativo.
Su meta personal es jugar desde el comienzo en los compromisos más importantes, por la Copa Libertadores y el torneo Clausura, justo en un año cuyo número termina en seis, de esos en que River llega a la final del certamen continental en las últimas décadas.
Para eso ayudará la salida de Gastón Fernández, uno de sus competidores por un puesto, hacia México. "Es importante para mí empezar bien, ponerme bien físicamente, estar en ritmo, que es lo más quiero, y después ir soltándome cuando haya fútbol", comentó en el Apart Hotel Primacy, del centro de esta ciudad, antes del choque de hoy con San Lorenzo.
-¿La gente de River está esperando que explotes?
-Ojalá sea así. Yo siempre trato de exigirme, de dar el máximo. Hay que olvidar todo lo anterior y pensar de ahora en más que tenemos un semestre como para hacer historia, sabiendo qué estamos jugándonos, y terminar peleando por los títulos.
-¿La exigencia es mayor por lo que hizo Boca en estos últimos meses?
-Creo que no. La exigencia, cuando está en medio la Copa [Libertadores], siempre es mayor. Sabemos eso, lo tenemos presente y vamos a tratar de dejar todo para que ahora seamos nosotros los que consigamos algo. Tenemos que pensar solamente en nosotros y tener un semestre tranquilo. Y disfrutarlo, cosa que no hicimos en el semestre pasado.
-Se te nota tranquilo, con ilusiones renovadas. ¿Es así?
-Creo que a todos, o una mayoría. Estamos bien, con ganas, sabemos que si aprovechamos el semestre muchos de nosotros podemos quedar en la historia del club. Hay que estar tranquilos y conscientes de lo que nos jugamos y lo que podemos conseguir.
-¿En los partidos del verano es complicado jugar bien?
-Sí. Se lo vio en San Lorenzo v. Racing, que por momentos se hacía un poco aburrido. Pero es entendible. Quizá la gente va con otra expectativa a ese tipo de partidos, pero con el tiempo va dándose cuenta de que es muy poca la preparación. No lo digo por defender a alguien, pero es así: los jugadores de San Lorenzo y Racing tenían tres días de trabajo. Es muy poco, después de 20 o 25 días de vacaciones. No echo culpas: está programado así y hay que bancársela.
-¿Hay que reducir la cantidad de partidos en el verano?
-Quizá sí, porque está todo muy pegado. El torneo de verano termina el veintipico, y el 26 tendremos que estar jugando [el repechaje ante Oriente Petrolero por la Copa]. Es difícil reprogramarlos, como suele pasar en el fútbol argentino, pero nosotros acatamos órdenes.
-Se fue Gastón Fernández a México y por ahora River no ha incorporado a otro delantero. ¿Está más accesible contar con un puesto?
-Sí. Ahora queda un lugar como para ocuparlo, pero sea cual fuese el que esté enfrente, la competencia es sana y cada uno está preparado para en cualquier momento ganar un puesto.
-¿Qué pierde River por su salida?
-No sé... Una carita linda [ríe]. Se fue un jugador importante, que era desequilibrante en el famoso tridente con El Muñeco [Gallardo] y Tecla [Farías]. Nosotros estamos contentos porque él estaba bien, feliz de emigrar. Le deseo lo mejor y sabe que acá dejó amigos y es muy querido.
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