¿Sigue en River? Marcelo Gallardo se mostró entero, pero dejó una puerta abierta
Escuchar atentamente cada pregunta, mover su lapicera mientras analiza qué decir, detenerse un segundo antes de terminar un concepto... Marcelo Gallardo no deja nunca de pensar y estudia cada movimiento antes de jugar su ficha. Sabe que su continuidad es el tema de conversación crucial en el mundo River y por eso desactivó cualquier clase de anuncio o definición. Con el traje de equilibrista puesto, bandeó entre las dos posibilidades de respuesta a la gran incógnita: ¿seguirá en su cargo?
Aunque tiene contrato hasta 2021 y la dirigencia confía en que continuará, hay algo certero: solo lo hará si siente que están todas las condiciones dadas para volver a formar un River competitivo en 2020. Energías personales, sintonías colectivas y desafíos por delante son algunos de los pilares que aparecen en cada balance que realiza a fin de año.
Con su alta exigencia constante, no hay pasado que valga si el presente no ofrece las mismas posibilidades. Por eso dejó en claro que no debe primar la ansiedad en su decisión y puntualizó que hay una sólida estructura construida en los últimos cinco años y medio que permitiría mantener el orden ante cualquier tipo de cambio.
"No vine a hacer ningún anuncio por si había expectativa. Estamos a dos días de arrancar otra vez la competencia en la Superliga. Mi futuro lo definiré con tranquilidad en el tiempo que deba. Un resultado no cambia mi pensamiento. Debemos pensar en lo que viene", comenzó Gallardo.
"¿Qué no tengo fuerza? Si hay algo que tengo es fuerza. Tengo 43 años y una vida por delante. Por algo estoy donde estoy. Después veré qué tengo ganas de hacer, cómo estamos y hacia donde podemos ir. No hay apuro", agregó el DT. "Hoy hay una estructura sólida que va más allá de los nombres. Puede haber cambios, es parte de la vida. Pero estamos firmes y estables, venga quien venga. Y eso es motivo de orgullo porque River es esto".
Visiblemente molesto por los tiempos de la venta de Exequiel Palacios a Bayer Leverkusen de Alemania, la reorganización del plantel tendrá un lugar clave a futuro. Es que la situación económica del club quedó muy golpeada por la devaluación y la partida de Palacios no sería la única: Lucas Martínez Quarta es otro apuntado –lo pretenden varios clubes de Italia–, al igual que Nicolás De La Cruz, quien sería seguido de cerca por Manchester City.
"Ya tenemos un jugador (Palacios) vendido y todavía hay tres partidos por delante. Podíamos haber esperado un poquito más… pero eso yo no lo manejo. No sé cuál era el apuro. Tengo un jugador de mucho valor en la nómina, pero sabiendo que se va a ir", disparó.
El deseo de revancha ya se percibe en el plantel millonario. Y la final de la Copa Argentina del 13 de diciembre en Mendoza ante Central Córdoba (SdE) puede ser el primer paso para construir el futuro. "No hay que perder la brújula. Hay que cerrar el capítulo y volver a ser. River te genera algo: no podés descansar ni en la victoria ni en la derrota. Este año podríamos habernos dormido una buena siesta y no lo hicimos", señaló el entrenador.
"Este puesto genera un desgaste muy grande, pero me gusta dedicarme y amo lo que hago. Hay que renovar desafíos constantemente para mantenerse y eso requiere de un claro enfoque. Estoy en el lugar que quiero estar, pero también tengo los mismos problemas que cualquier ser humano", agregó. Tras perder 4-2 el superclásico en diciembre de 2016, Gallardo escribió un mensaje en su Whatsapp: "Que la noticia no tape la historia". Ayer, reflotó el concepto mientras digiere el dolor de la Copa Libertadores que se escapó: "Que el árbol no tape el bosque". Mientras los dirigentes le garanticen recursos para mantener el protagonismo, su historia en River puede seguir teniendo nuevos capítulos.