Puntero hasta 2019: Racing marcó un clara diferencia ante Talleres y saca más ventaja en la Superliga

Más allá de lo que suceda el próximo domingo ante San Martín de San Juan , Racing ya sabe que terminará este año como puntero. Ese es el valor que se trajo de Córdoba, donde venció con claridad a Talleres por 3 a 1. Con 14 partidos disputados en esta Superliga , suma 33 puntos: una suma de puntos que en la época de los torneos cortos podía alcanzar para consagrarse campeón, como ocurrió con San Lorenzo en 2013. Con esta victoria, la campaña de la Academia sigue acumulando luces: suma diez triunfos, tres empates y una derrota.

Lo que Racing no había encontrado en 90 minutos ante Banfield, le llegó en Córdoba cuando apenas iban dos minutos de juego ante Talleres: el gol. La jugada fue casi un anticipo de lo que sería el partido de la Academia. Lisandro López presionó a Juan Cruz Komar y forzó el error en la salida. Jonathan Cristaldo aguantó en el área de espaldas y mandó el centro de zurda. Pol Fernández y Matías Zaracho no llegaron a empujar la pelota, pero sí apareció por detrás Ricardo Centurión y definió con suspenso.

Así fueron los 45 primeros minutos del puntero. Con dos delanteros que fueron pura entrega para la marca y con esos tres mediocampistas que, además del desgaste en la presión, llegaron siempre lanzados al ataque. En Córdoba, apareció algo del equipo de Coudet de principio de año, el que jugaba al ritmo de Lautaro Martínez y Centurión. Ante la T fue un equipo que no paró de correr y fue vertical para generar situaciones en el arco rival.

La ventaja inicial, además, le dio tranquilidad a un equipo que ya sabía que pasara lo que pasara en el Mario Alberto Kempes otra vez cerraría la fecha como puntero. En los primeros 25 minutos el dominio fue total: el local no podía salir de su campo por la presión de Racing. Pudo haber llegado el segundo pronto con un disparo de Eugenio Mena desde afuera del área, con un centro de Zaracho que nadie desvío o con un cabezazo de Cristaldo, pero llegó a través de un penal que otra vez se fabricó por el esfuerzo y la picardía de los delanteros para aprovechar una falla rival.

A Eduardo Coudet le gusta definir a Zaracho como un tractor de 60 kilos. El juvenil de Wilde no se cansa de correr, además de que tiene calidad para generar circuitos de juego, para sacarse un rival de encima o para llegar al área a definir. Fue el salto de calidad de un equipo que sintió su regreso, después de la lesión muscular que sufrió ante Newell´s, justo la semana que le había llegado su primer llamado a la Selección. El otro sostén en el que se apoyó Racing para construir el triunfo en Córdoba fue su compañero de pieza, Lisandro López. El más joven y el más experimentado del equipo fueron los puntos altos del líder.

El capitán, con 35 años llegó a un acuerdo esta semana para renovar su contrato hasta 2020 según reveló el presidente, Víctor Blanco. De todos modos, para el Licha no existe nada más allá del 7 de abril del año próximo, fecha en que termina la Superliga. El ídolo regresó a la mitad celeste y blanca de Avellaneda a comienzos de 2016 con el sueño de ser campeón con el equipo que lo formó. Con el paso de los torneos, esa vuelta olímpica se transformó en una obsesión. Por eso puso la vara tan alta cuando la ilusión de la Libertadores se derrumbó en el Monumental. Eso transmite a sus compañeros en cada entrenamiento y es lo mismo que se ve cuando sus compañeros salen a la cancha. Después del grito de penal, ayer marcó el tercero con un zurdazo preciso desde el borde del área. En este semestre lleva 11 gritos en trece partidos. Una cifra notable, pero además el capitán de la Academia transmite sensaciones que son imposibles de cuantificar. Y esa es la bandera de este Racing puntero.

El gol de Centurión

El gol de Lisandro López

El segundo gol de Lisandro López

El gol de Junior Arias