"Tenemos que dejar todo"

"Vamos a salir campeones. Ahora me enojé, vamos a salir campeones." Las palabras tienen ya una semana, tanto como su efecto potenciador, que se notó en la gente y en los jugadores. Sobre todo en los últimos, principales artífices del milagro Racing dentro de la cancha.

Mostaza Merlo tardó en salir del vestuario local para cumplir con la costumbre de ir a la conferencia de prensa (¿lo tomará como una obligación o como una cábala más, a estas alturas?). Lo cierto es que se quedó un buen rato con sus muchachos en ese lugar casi ritual que es el camarín local, el que alguna vez alojó a las glorias que hoy se convocan para el recuerdo y que hoy tiene a quienes quieren ser parte de ese grupo selecto de "eternos".

Esta vez, la arenga fue en la soledad de ese recinto único, mítico, sagrado. Allí, el técnico les habló. Los felicitó, los tranquilizó, los arengó. Queda sólo un paso del "paso a paso" planteado desde el principio del campeonato y que quedó atrás luego del partido con Banfield.

"De River no voy a hablar. No sabíamos cómo iba. Ni siquiera en el entretiempo nos enteramos. Está prohibido hablar de los contrarios en nuestro vestuario", graficó Mostaza, como para dejar marcado a fuego que por su cabeza y por la de todos los futbolistas sólo pasa la palabra Racing.

Después, con más sobriedad, comentó: "Nosotros trabajamos siempre en la parte futbolística, física y anímica. Fue una semana igual a todas. Sabemos que la que viene será una semana importante y el plantel está muy bien".

Nunca perdió la serenidad ante las preguntas y estuvo veloz a la hora de devolver la pelota. ¿Estarán los dos colombianos ante Vélez? "El equipo lo doy el viernes", respondió. ¿Influyen los 35 años sin títulos? "Tenemos que pensar en el objetivo nuestro. El pasado lo conocen todos", se apuró Mostaza. "No hagamos futurología", replicó cuando quisieron saber a qué podía llegar este grupo cuando se consolide.

Además, tuvo una dosis de picante: "El plantel y el cuerpo técnico se tienen toda la fe para lograr el objetivo. Los partidos hay que jugarlos, no se ganan hablando antes". ¿Habrá habido algún destinatario especial?

Consciente de que el rendimiento de ayer no estuvo acorde con las expectativas, Merlo comentó: "Lo importante es que hoy se ganó. El equipo tuvo tranquilidad y estuvo sólido contra un rival difícil, que jugó bien en defensa. Teníamos la obligación de crearle situaciones y nos costó. Nos faltó rematar el partido. Lanús tuvo más la pelota con la entrada de Betancourt, pero no fue profundo".

No hubo mucho más lugar para el partido de ayer. La cercanía del título lo acapara todo. Y la gente tuvo su lugar. "Me sentí bien porque lo de la gente es un apoyo no sólo para mí, sino para los jugadores, que se lo merecen porque dejan todo adentro del campo.

"Nos tenemos que preparar para ganar el partido. El empate es otra posibilidad, pero no quiere decir que nos colguemos del travesaño. Sabemos que el domingo nos jugamos el trabajo de seis meses y, con algunos jugadores, un año. Es una final más. Si queremos lograr el objetivo, tenemos que dejar todo en la cancha". Merlo, a la espera del final feliz.

El operativo Liniers, en marcha

En Racing ya está puesta la vista en el partido del domingo próximo ante Vélez, en Liniers, que le puede dar el título a la Academia. Si bien en la empresa Blanquiceleste SA, que posee el gerenciamiento del club de Avellaneda, no se dieron precisiones, se estima que la venta de entradas para ese partido para los hinchas racinguistas comenzaría pasado mañana.

El presidente de la empresa, Fernando Marín, adelantó que tratará de conseguir todo el espacio posible para los hinchas de Racing. "Hablaremos con Vélez para tratar de que se nos otorgue las dos cabeceras y un sector de plateas. Lo haremos con todo respeto y la decisión final será de ellos", señaló. Todo el sector que habitualmente se destina a los visitantes en el estadio José Amalfitani -entre populares y plateas- tiene capacidad para unos 20.000 espectadores.