Todos hablan de la noche negra de Agustín Rossi: la opinión de Pablo Pérez y lo que hará Guillermo antes del domingo

Agustín Rossi se quedó sin crédito frente a los hinchas de Boca. Ayer, después de cometer el error en el segundo gol de Palmeiras(derrota 2-0, por la Copa Libertadores), el público lo silbó cada vez que tocó la pelota. Es cierto que algunos aplausos intentaron darle ánimo al arquero, pero la condena parecía no tener marcha atrás. Sus compañeros, en cambio, lo apoyaron y respaldaron, según aseguró el capitán Pablo Pérez.

"Nosotros, puertas adentro, siempre nos apoyamos, somos compañeros. Y este grupo en lo que más se destaca es en ese sentido. Siempre vamos a respaldar al compañero, no importa el error que sea. Lo que pasa es que un error de él parece que es fatal porque está debajo de los tres palos. Pero nosotros tenemos miles de errores y otros jugadores atrás te lo terminan de resolver. Un error del arquero cuando termina en gol parece fatal. Pero nosotros cometemos miles de errores. No es justo que se la agarren con un jugador y muchos menos con Agus, que ha tenido buenos rendimientos", dijo el volante en conferencia de prensa.

Los silbidos para Rossi

Pese a los silbidos del público, Pérez destacó el cambio de actitud que tomaron algunos hinchas con el arquero. "La gente, en un principio, estuvo desaprobándolo y después lo aplaudía. Eso habla muy bien del hincha".

El entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto, no quiso dar un opinión sobre la falla del arquero, quien salió muy lejos del arco y demoró en regresar. Además, reconoció qué actitud tomará con el arquero antes del partido del domingo ante Gimnasia, en el que Boca puede coronarse campeón de la Superliga.

"Mañana vamos a entrenar y seguramente hablaremos. Prefiero no hablar nada en público antes de hacerlo con él . Pero está a la vista que cometió un error, y cuando los arqueros cometen un error se paga con un gol, que sirvió para esta derrota. Vamos a trabajar de acá al domingo y a hablar específicamente con él", aseguró el DT después de la derrota, que dejó al equipo con menos margen de error.