El torneo Apertura. Un alivio en la tempestad
Sin saber quién será el dt, independiente le ganó a Gimnasia; el clima sigue enrarecido: hubo una agresión al plantel e insultos a comparada
Independiente no la pasa nada bien últimamente. De aquel Rey de Copas a esta versión deslucida de su propia leyenda, la diferencia se acentúa apenas con el transcurrir del tiempo. Los días pasan y la nostalgia crece. Al menos, dentro del contexto negativo, rojo de furia, de desesperanza en alza, el triunfo de anoche por 1 a 0 contra Gimnasia LP (uno de los equipos más flojos del torneo) actúa como consuelo. Como si fuese una leve brisa en la tempestad. Algo es algo: cuando todo parece perdido, está muy bien la manera enfervorizada con la que celebró su gol (un zurdazo fantástico, directo al ángulo) el pibe Galeano, un defensor con sueños de grandeza. Lo gritó como en una final del mundo. Aunque, claro, en Independiente hay razones de sobra para festejar poco y nada. Es un triunfo: ni más ni menos. Pero si se espía la historia (y el presente), hay que ser cautos.
Basta recordar cómo llegó el plantel al estadio. Ya sin Daniel Garnero como entrenador, con la pareja conformada entre Pancho Sá y Ricardo Pavoni como improvisados conductores, el ómnibus, cuando cruzaba el Puente Pueyrredón, recibió una lluvia de huevazos, una agresión de sus propios hinchas, según contó después el conductor del vehículo. Luego, en el campo de juego, el poco público que se presentó (cuentan que si hubiese estado el Tolo Gallego habría sido una fiesta en clave roja, aunque de supuestos no se pueda vivir...) mostró rechazo y frialdad. No tanto con el plantel (ignorado, en general), sino contra la comisión directiva y, sobre todo, con Julio Comparada, el controvertido presidente. Entre cánticos y banderas, el dirigente fue la imagen reunida del rechazo popular. Evidentemente, el hombre que despidió a Gallego y que, meses más tarde, intentó que regresara, no es el personaje más querido.
Y hay otras cuestiones, tal vez, más políticas, como la Asamblea de socios para aprobar el balance el martes próximo, que provoca rispideces. Hubo varios panfletos en referencia a ello. Como si el clima enrarecido influyera en casi todos.
¿Habrán tomado nota los sabios conductores, estos hombres con muchísima experiencia? Al menos, sacaron adelante el desafío de anoche. Claro: jugaron contra un adversario flojísimo, pero el triunfo tiene un valor importante. Por eso, Pavoni y Sá estarán en el banco en el juego contra Defensor, previsto para el martes próximo, en Montevideo, por la Copa Sudamericana. Un desafío de los que le agradan a la entidad de Avellaneda. Y si vuelve a ganar (¿por qué no?), quién dice que continúen un tiempo más. Mientras, los cuestionados dirigentes construyen reuniones.
Ayer, por ejemplo. Por la tarde, hubo una charla con Enzo Trossero, quien se convertiría en "una buena alternativa" para reemplazar a Garnero, el hombre que abandonó su cargo tras el 4-0 del domingo pasado con Banfield.
En la ronda de conversaciones, la hipotética contratación de Trossero sería el Plan B; habrá otra reunión en breve. Y hoy, seguramente, el uruguayo Jorge Polilla Da Silva, ex DT de Defensor Sporting, también se sentará a la mesa, descartado Jorge Fossati. ¿Y Pumpido, y Pekerman y el uruguayo Diego Aguirre? Todos están invitados, por ahora, a la crisis roja.
La rodilla de battión, ese gran problema:
Roberto Battión provocó otro dolor de cabeza en Independiente. Víctima de una lesión en la rodilla derecha (¿será sólo un esguince o algo más preocupante?), se retiró muy acongojado a los 19 minutos del primer tiempo. Ingresó en su lugar Fernando Godoy. Eso sí: en una noche enrarecida, al menos, Battión se retiró entre aplausos, un reconocimiento de los hinchas para un jugador que tenía la continuidad casi acordada con Banfield, pero que se decidió por Independiente.
El debut de Báez, un zaguero... de lateral:
La crisis y la falta de recambio en Independiente son evidentes. Por ejemplo, el lateral derecho es una cuenta pendiente. No hay valores con prestigio en ese sector. Por eso, la pareja que conforman Sá y Pavoni se decidió por un joven jugador, clase 91: Cristian Báez. Pero atención: el chico paraguayo, en realidad, es zaguero. Por eso, acaso, no se proyectó demasiado.
Secuela de la crisis, se suspendió la reserva:
Resulta una medida lógica, aunque expresa el mal momento del prestigioso club local. Con Pancho Sá y Ricardo Pavoni ocupados en la primera división, ¿quién se iba a hacer cargo del otro juego de la noche? Por eso, la reserva fue postergada para el 6 de octubre.