Una derrota que dejó a Boca sin invicto y con varios motivos para lamentarse

SANTIAGO (Especial).- Para Boca, el invicto no pudo continuar. La racha xeneize sin derrotas oficiales en el año se desbarrancó ante Colo Colo que lo venció por 2 a 0. El tercer partido en el Grupo 3 de la Copa Santander Libertadores le agregó al equipo de Carlos Ischia algunos motivos para lamentarse. Cuando la expectativa era ganar, prolongar una marca positiva y sumar puntos para posicionarse lo mejor posible de cara a la clasificación, chocó contra sus propios errores defensivos y una caída que golpeó donde más duele. Por el inoportunismo. Y encima, se lesionó nada menos que Juan Román Riquelme.

Con interesentantes futbolistas que se ensamblan a la perfección con la propuesta del técnico Claudio Borghi, Colo Colo rápidamente le advirtió a Boca que su visita no resultaría un trámite fácilmente salvable. Con un libreto firme en el fondo, los chilenos se abrazaron a un estilo aguerrido, batallador, apoyado en un sostenido despliegue físico para intentar presionar en todos los sectores, aunque también expusieron categoría para manejar los avances rápidos y certeros en busca del arco de Caranta. Así consiguieron darle el primer golpe a un Boca impreciso y nervioso, demasiado dubitativo en los costados, donde Fierro desairó varias veces.

Alcanzaron dos minutos para que la noche comenzara a volverse un tormento para Boca; para que quedasen al desnudo las desinteligencias defensivas; para que Morel Rodríguez y Maidana resultasen una invitación para los ataques de los locales. Y para que Colo Colo sacara nada menos que un gol de ventaja. El 1-0 se dio a los dos minutos, después de varios toques, a través de un remate cruzado de Jorquera.

Boca, urgido por dar señales positivas, se encontraba desorientado, sorprendido y un gol abajo de arranque. Buscó a Palacio en casi todas las jugadas y siempre intentó a través de sus centros. Y como no pudo entrar con facilidad intentó mucho por intermedio de los remates de media distancia. Una sola jugada de peligro tuvo Boca en el primer tiempo y fue un cabezazo desviado de Paletta.

La movilidad de Colo Colo confundió a Boca. Esa dedicación casi asfixiante de los locales por presionar en el medio estuvo cobijada también por un juego ordenado, tanto por arriba como por abajo y sistemáticamente efectivo. Por eso Boca nunca estuvo cómodo, sin poder establecer un dominio ante un rival que se esmeró por describirse como bien incómodo y que se fue al entretiempo con dos goles de ventaja después del cabezazo en soledad de Biscayzacú. Las desinteligencias a la hora de marcar de Julio Cáceres acabaron de hacer estragos en el fondo.

Desde el mayor protagonismo de Riquelme y el ingreso de Dátolo, Boca volvió a creer. Primero asustó con una gran jugada de Ledesma, con un cabezazo de Palermo y un remate difícil de Riquelme que un ex Boca, el Tigre Muñoz -la figura-, resolvió con una espectacular atajada.

El partido se desdibujó con las expulsiones de Morel Rodríguez y Barrios, con un penal por una falta inexistente y fuera del área de Paletta, pero sobretodo con la salida por lesión de Riquelme. Tras el penal errado por Fierro, quedaban minutos para pensar en el milagro. Lo intentó, pero no lo consiguió. Le quedó un sentimiento de frustración.

• Un gruesa falla del árbitro uruguayo
  
  A los 27 minutos del segundo tiempo, ya con el resultado 2-0, el juez uruguayo Martín Vázquez sancionó con penal una falta que no existió por parte de Paletta y que, encima, fue afuera del área. Fierro desvió el remate y todo siguió igual.

LO NEGATIVO

Ischia, echado por primera vez

Anoche, ante Colo Colo, Carlos Ischia sufrió su primera expulsión como director técnico de Boca.

EL DATO

Bielsa, desde la tribuna

El rosarino Marcelo Bielsa, entrenador del seleccionado de Chile, observó el partido desde un palco techado.

LA CIFRA

Dos mil hinchas de Boca

Entre los 42.500 espectadores en el estadio Monumental, de Santiago, hubo 2000 hinchas xeneizes.