Una futbolista del seleccionado recibió balazos de goma en Tucumán

Cortejo fúnebre, disturbios y balas en el cuerpo de una joven jugadora del seleccionado argentino de fútbol. Un confuso episodio en la capital de Tucumán reunió todo eso, con Rocío Correa, delantera de San Lorenzo de 19 años, como protagonista.

El miércoles de esta semana murió un hermano de Correa, Sergio, de 17 años, que circulaba a caballo y fue atropellado por una camioneta en la autopista Tucumán-Famaillá, según el diario La Gaceta, de Tucumán. El jueves, una caravana acompañaba el auto que llevaba el ataúd. A la cabeza, un coche esparcía música mediante unos parlantes, en homenaje al chico, que gustaba del cuartetero Walter Salinas. Según Rocío Correa, ese vehículo se quedó sin combustible y los allegados intentaron extraer fluido de otro auto, pero la policía tucumana los conminó a avanzar.

Previamente a que se emprendiera el camino al cementerio, la fuerza provincial había pedido tranquilidad a los vecinos. "Antes de que el acompañamiento saliera de la casa, en el barrio San Felipe, se acercó el comisario de la novena para decirnos que no hiciéramos tiros ni nada", contó Sergio Correa, el padre del chico fallecido. Según él, cuando algunas personas salieron de los autos para empujar al que se había quedado, fue la policía quien realizó disparos al aire.

Y su hija, Florencia, añadió: "Yo trataba de explicarles lo que estaba pasando. Les hablaba con mucho respeto, pero una mujer policía me pegó con la cachiporra en un brazo". En una imagen difundida por Twitter, se aprecia que algunos individuos les arrojan cosas a los efectivos, incluido un neumático. "Corríamos y seguían haciéndonos disparos. Hay por lo menos 15 heridos. A mi tío le pegaron 25 tiros", relató la futbolista, citada por La Gaceta. La propia jugadora recibió al menos dos impactos de balas de goma.

Ella y su padre negaron que los integrantes del cortejo estuvieran armados. "No teníamos intenciones de provocar nada. Solo queríamos ir al cementerio a dejar a mi hermano", sostuvo Rocío Correa.

La versión de ambos se contrapone con la de la fuerza provincial. "La policía estaba acompañando el cortejo hasta que se detuvo por alguna razón. Acompañantes se abalanzaron sobre una casa y su propietario pidió intervención al sentirse amenazado. Cuando los efectivos les pidieron que se retiraran, comenzaron a arrojar piedras. Por eso se los dispersó", explicó Manuel Sosa, jefe de la Unidad Regional Capital.

La autoridad policial expresó además que a los allegados al adolescente "se les había pedido que realizaran el acompañamiento sin problemas" y que "lamentablemente no cumplieron las recomendaciones". A su vez, advirtió: "Si hubo alguna persona afectada, pedimos que radiquen las demandas para avanzar con la investigación. Se está haciendo las actuaciones correspondientes para determinar si hubo inconductas de la fuerza".

Hasta este viernes a la noche, San Lorenzo y la Asociación del Fútbol Argentino no se habían manifestado en las redes sociales sobre el incidente de su jugadora.