La selección. Una goleada que entusiasma en los números, pero más en la producción
El equipo de Basile mostró buen juego asociado y destellos individuales en el 4-1 ante México; Burdisso, Maxi Rodríguez, Messi y Agüero, los tantos
NUEVA JERSEY, Estados Unidos.- La rutina de la gira del seleccionado continúa su marcha, potenciada por el contundente triunfo por 4-1 sobre México. Atrás quedó la paradisíaca vista que ofrecía el búnker de San Diego que habitó durante cuatro días. Anoche, el plantel descansó en Kansas porque el chárter que lo llevaba a Nueva Jersey tuvo que aterrizar de emergencia porque se movía mucho por desperfectos técnicos y algunos jugadores estaban descompuestos. Así, se varió levemente el plan original, y se espera que hoy el equipo de Basile llegue a la ciudad cercana a la imponencia edilicia de New York, para disputar pasado mañana su segundo y último amistoso, ante los Estados Unidos.
Cumplidos los deberes con creces en cuanto a los cambios tácticos en todas sus líneas, el seleccionado se entregó a un recreo en el examen ante México. Sostenido por la conducción de Messi -figura del partido- encontró soltura para ganar y hasta para liberar un espíritu lúdico. En definitiva, frente a un conjunto mexicano que espera el desembarco salvador de Sven Goran Eriksson hubo espacio para jugadas de un nivel refinado: con una marcada superioridad en lo individual y en lo colectivo, aún con algunos baches que de todas maneras no empañaron una convincente actuación.
Está claro que a este seleccionado le gusta más el desafío del juego asociado. Se siente más cómodo cuando de desplegar su expansiva capacidad ofensiva se trata. Las sociedades conformadas en las líneas del equipo adornaron una victoria con toques y con goles, como el segundo de Messi, que no serán fácilmente olvidables más allá de que no se trató de un partido por los puntos.
Frente a México, el seleccionado fue imponente en el primer tiempo -terminó 3-0- y lo definió en el segundo con ese instinto de confianza que lo acompaña aún en los momentos que muestra más dispersión. Reconociéndose inferior, el único objetivo de México fue no pasar un papelón; es decir, no ser arrollado por más goles. Prueba del momento complicado que atraviesa. Para la Argentina, si algún valor tiene esta amistoso superado es que sirve para sacar conclusiones.
- La capacidad técnica. La Argentina tiene una buena estatura técnica y colectiva, y si bien se espera un funcionamiento más sostenido capaz de alcanzar un título después de tantos años de sequía, el techo de algunos futbolistas se vislumbra muy alto. Es el caso de Messi, hacedor de un gol, de habilitaciones y capaz de abrir los partidos con su combinación de habilidad y velocidad. Queda a la vista que con Agüero hay un "feeling" especial que se traslada en el campo. El resumen perfecto fue el gol de la Pulga, tras una apertura de piernas del Kun que engañó a toda la defensa rival. Invitados de lujo en la jugada fueron Julio Cruz (hizo una buena elección al dar el pase atrás) y Maxi Rodríguez (acostumbrado a pisar el área y marcar).
En la creación, Basile tiene unas cartas probadas con la sociedad Messi-Agüero; después ingresaron Sosa, Cavenaghi y Lisandro López en diferentes posiciones de ataques, jugadores que seguramente tendrán su oportunidad ante los Estados Unidos.
- Movimientos interesantes en el medio. Las sociedades entre Mascherano y Gago o entre Gago y Maxi Rodríguez responden a la hora de cerrar los caminos al rival. Mucho mejor si en todo este funcionamiento, del que también forma parte Zanetti, se cuenta con los movimientos vistosos de Gago en la salida. Un jugador que, "enchufado", repercute en el juego y, especialmente, en la manera de enlazar todas las líneas.
- La defensa cumplió. En una defensa experimental, compuesta con tres hombres, los rendimientos conformaron bastante al entrenador. La última línea tiene la virtud de ser flexible y sólida a la vez. Cuando la jugada lo requiere, Javier Zanetti es capaz de tirarse atrás. Con Martín Demichelis en el centro y con Nicolás Burdisso y Fabricio Coloccini por los costados, el fondo es hijo del buen entendimiento: tiene presencia, pero aún debe crecer frente a los pelotazos cruzados al corazón del área. Dentro de unos días se jugará con Brasil, siempre peligroso, y habrá que ultimar todos los detalles.
Cuando todavía resta ver más cambios y más variantes de Basile en esta gira (se observarán ante EE.UU.), el entrenador y los jugadores pueden dedicarse a una reposada contemplación de una actualidad en la que caben las ilusiones para lo que viene.
- Heinze mejora; el resto no tiene inconvenientes
Homero De Agostino, médico del plantel, informó que "Gabriel Heinze está muy mejorado de la lumbalgia que lo aqueja. Como todavía tenía algún malestar, por precaución, se prefirió preservarlo y por eso no jugó ante México". El resto de los futbolistas no tiene problemas físicos.
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